Antes de la pandemia que vive el mundo entero se enfrentaban diferentes problemáticas asociadas al uso de sustancias psicoactivas y otras dependencias. En el caso del alcohol, el consumo ha crecido notablemente durante el confinamiento y algunos países han tenido que implementar leyes secas con prohibición de venta de licores. El juego, también se ha incrementado sobre todo por la disponibilidad de sitios en línea para apuestas y la alta conexión a redes que hoy viven miles de colombianos debido al encierro.
Las personas con este tipo de problemáticas, que por la emergencia han vuelto a sus casas, generan situaciones inesperadas. La crisis del coronavirus ha llevado a cambios también en los servicios de atención, muchos limitados al suministro de psicofármacos y la asistencia telefónica.
Las sustancias de uso más común y legal son el tabaco y el alcohol, pero existe también una larga lista de sustancias psicoactivas a las cuales recurre la gente, especialmente en ambientes de crisis, ansiedad o estrés, fenómeno que ocurre en personas de todos los estratos sociales y casi todas las edades.
Además de estas dependencias, hay diversas conductas como la codependencia, el juego (ludopatía), el sexo, el uso incontrolable del internet, las redes sociales, los juegos en línea o los dispositivos móviles, entre otros, que en los últimos años han surgido y que miles de personas han encontrado en ellas una forma de refugio o de escape, para evadir la realidad.
FUNDAR, fundación para el tratamiento de consumidores de sustancias psicoactivas y otras dependencias, con 50 años de experiencia y ubicada en Bogotá, actúa como soporte y apoyo para personas que viven estas problemáticas y continúa trabajando, a pesar de la cuarentena. Sin embargo, el riesgo de recaída crece en el encierro y en la época navideña.
El Dr. Wilson Ruiz, psicólogo especialista en Farmacodependencia de FUNDAR, menciona que la pandemia ha sido un factor relevante en el crecimiento y desarrollo de dependencias. “Los ambientes de estrés e inseguridad que estamos viviendo todos en este momento llevan a que algunas personas que tenían ciertas debilidades en seguridad y autocontrol, puedan generar un problema como el consumo excesivo de alcohol o generar dependencia a alguna otra sustancia”.
Según varios estudios de entidades de salud, durante la cuarentena se ha aumentado porcentualmente el consumo de sustancias legales e ilegales. El consumo de cigarrillo ha aumentado en 11%; el de cafeína un 15%, el de alcohol un 19% y la marihuana un 25%.
Con la llegada de la Navidad los excesos se hacen más evidentes, pues es una época de celebraciones donde el alcohol y otras sustancias psicoactivas pueden convertirse en el enemigo para aquellas personas que sufren algún tipo de dependencia o se encuentran en procesos de recuperación. Por ello el posible aumento en el consumo y el riesgo de recaídas suelen multiplicarse en estas fechas.
En FUNDAR se recomienda que para evitar recaídas lo más importante es fortalecer el entorno en el que se desenvuelve la persona. La influencia que tiene el medio social en las personas con problemas de consumo es máxima y puede condicionar directamente su recuperación. Las personas deben rodearse de un ambiente tranquilo y fuera de consumo de alcohol y otras sustancias. Y no solo se habla de estímulos en forma de las llamadas comúnmente drogas, los estímulos directos para las dependencias comportamentales también aumentan como las compras compulsivas, apuestas, juegos en línea, entre otras.
La recomendación es “hacer parte de actividades en las que beber no sea el eje central. Si la preocupación es evitar las celebraciones para evitar los riesgos, es posible tomar una actitud proactiva y organizar actividades que no giren alrededor de la bebida. Una sesión de baile, canto, juegos de imitación, karaoke, juegos de mesa y muchas ideas donde la bebida no es la protagonista”, menciona el doctor Ruíz, psicólogo de FUNDAR.
Superar las dependencias es posible. No importa la época del año en la que se esté. Es importante tener en cuenta que en estas fechas el autocontrol y la ayuda familiar pueden debilitarse, por ello se recomienda buscar ayuda profesional. Pese al gran número de problemáticas que se presentan existe una serie de técnicas de intervención psicológica que permiten abordar el tratamiento más adecuado.