Unos cariñosos perros-robots y educados pequeños humanoides: unos apasionados de estas máquinas han abierto en Madrid este otoño un nuevo museo que dice reunir "la mayor colección de robots de Europa".
El Museo del Robot exhibe 140 aparatos, entre ellos, una colección de los famosos perros-robots Aibo, vendido por Sony entre 1999 y 2006.
"Es, que nosotros sepamos, la colección de robots más grande de Europa, y en concreto de perros robóticos Aibo", dice a la AFP, Daniel Bayón, el director del museo, instalado en una zona de 100 metros cuadrados junto a su tienda de videojuegos.
Este pequeña jauría de Aibos es la más importante colección de este tipo de aparatos, fuera de su país de origen, Japón, asegura, mientras un espécimen del modelo más avanzado de esa máquina, el ERS-7, se pasea por una pequeña mesa, dejándose acariciar, con aparente satisfacción, por los visitantes.
"Son perros robóticos que son los más avanzados que han existido nunca", precisa Daniel Bayón, una apasionado de los robots de 39 años.
En cuanto a los humanoides, el Omnibot, fabricado por Tomy en los años 80, pasea su robusta silueta coronada por una cabeza redonda, mientras que seis robots en miniatura proyectan unas luces azules al bailar una coreografía al ritmo del famoso tema "Gangnam Style".
"Buenas tardes, amigos y robots aquí presentes. Me llamo Nao... Soy un robot muy especial...", afirma un humanoide de 58 centímetros con orejas luminosas azules, concebido por la marca francesa Aldebaran para la investigación y la educación.
"Soy capaz de simular un comportamiento vivo... Si no os importa, me pongo un poco más cómodo", añade el robot mientras se sienta.
Desde su apertura, hace unas dos semanas, las ventas de entradas para la visita guiada al museo se han agotado en varias ocasiones, según Bayón, que inició este proyecto con otro aficionado a los robots, Pablo Medrano.