EL VINO no solamente ha ganado espacio en las catas, sino también en la buena mesa, al estar presente de principio a fin en todos los momentos de la comida, es natural encontrarlo servido junto a un vaso de agua, pues a diferencia de lo que muchos piensan, todos los vinos no saben igual, su sabor varía según la fuente natural de donde provenga, ya que los filtros de la naturaleza son propios de cada región, aunque este en muchas ocasiones no pueda ser perceptible para todas las personas.
Es clave que durante la cata su paladar se encuentre libre de sabores que puedan entorpecer su función y es por ello que se recomienda beber un sorbo de agua antes de probarlo, pues de esta manera podrá percibir la suavidad y pureza del vino. Este es tan solo un pequeño tip que todo aquel que quiera disfrutar de una comida, fiesta, reunión o Expovinos debe tener en cuenta.
Tips
· Para diferenciar los tipos de vino existen varias clasificaciones. Las más básicas son por su dulzor y por su edad. En la primera se diferencia entre secos (de 0 a 4g de azúcar por litro), semisecos (de 5 a 12 g/l), semidulces (de 13 a 45 g/l) y dulces (más de 45 g/l).
· Los catadores de vino prefieren usar la copa en lugar de un decantador debido a que la baja o sobreoxigenación son fenómenos que pueden influir en el agrado del vino.
· Para los vinos tintos, la oxigenación es para que el vino abra sus aromas. Cuando los vinos se dejan en barricas o botellas por mucho tiempo, los sabores de los taninos se reducen y se concentran al estar privados del oxígeno.
· A la hora de catar un vino se siguen unos pasos muy claros. Primero se trabaja la vista, después el olfato y, por último, el gusto.Hay que tener en cuenta que los enólogos y catadores llevan años de práctica y son capaces de recordar infinidad de olores (hasta 10.000 puede almacenar en la memoria el ser humano). La única manera de ser un experto catador es a través de la práctica.
· Tanto en la cata como en privado es recomendabletomar antes los jóvenes que los viejos, los blancos que los tintos, los fríos que los atemperados y los secos que los dulces. Si son del mismo estilo, mejor empezar por aquellos con menor graduación alcohólica.
· El cuerpo está muy relacionado con la textura del vino; se refiere a cuando el sabor hace que se torne pesado y algo picante en la lengua. Cuando es más ligero se desliza hacia la garganta fácilmente. Los de cuerpo medio del tipo Merlot son ideales para quienes no conocen mucho acerca de las diferentes variedades.
· Cada vino está pensado para un momento, un público, una guarda determinada. El vino que reposa en barricas tendrá mayor vida útil. En cambio los jóvenes eluden ese proceso.
· La combinación entre dos elementos se denomina maridaje. Ambos producen sensación de placer, sin desmedro del otro. Un buen maridaje también puede ser entre un vino y un libro, aunque mayormente se fusiona con la gastronomía.
Sugerencias para una colección básica de vinos
· Vinos blancos, rosados, tintos, vinos espumosos, vinos fortificados (Oporto, Jerez) y vinos dulces.
· Vinos jóvenes para consumo frecuente. se deben consumir máximo dos años después de su año de cosecha.
· Vinos tipo Reserva y Gran Reserva para consumo en ocasiones especiales. Como son más costosos, se recomienda limitarlos a momentos importantes.
· Vinos de diferentes cepas: Cabernet Sauvignon, Merlot, Sauvignon Blanc, Pinot Noir, Tempranillo, y Chardonnay, entre otros. No los compre todos de la misma cepa (tipo de uva).
· Vinos de diferentes procedencias geográficas: Estados Unidos, Chile, Uruguay, Argentina, España, Italia, Francia, Portugal o Australia. Así podrá ir conociendo las diferencias por países.
· Vinos espumosos: champaña, cava o lambrusco, ideales para celebraciones.
· Las botellas se organizan por país, cepa, año o tipo de vino para encontrarlas fácilmente cuando se requiera.