Fue publicada la tercera medición de la gran encuesta nacional sobre jóvenes diseñada por la Universidad del Rosario, el periódico El Tiempo y la encuestadora Cifras y Conceptos. La población objeto fueron personas entre los 13 y los 32 años de los 13 centros urbanos más poblados del país; el número de personas encuestadas fue de 2.556, que en una muestra estadística se afirma que el universo representado es de 4 millones de jóvenes.
Algunos aspectos sociodemográficos de la encuesta revelan que la mayoría de los entrevistados viven en viviendas clasificadas en los estratos dos y tres, y que éstos representan la mayoría de donde viven los jóvenes colombianos, con el 65% de los encuestados. La mayoría trabaja (42%) y el 44% ha terminado los estudios de bachillerato mientras que solo el 21% ha concluido sus estudios universitarios y el 3% de los jóvenes cuentan con un posgrado.
Lo primero que se evidencia es una profunda desconfianza en las instituciones, con la Presidencia de la República a la cabeza. Le siguen la policía, las gobernaciones y alcaldías y, por último, las fuerzas armadas. En todas, entre enero de 2020 y mayo de 2021, la pérdida de confianza es enorme.
La tristeza es la emoción que más se manifiesta en los jóvenes en 2021, una situación lamentable para una sociedad que históricamente se ha reflejado optimista.
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Frente a la sensación de mejoría estabilidad o desmejora de sus situaciones, en todo se ha deteriorado: el 60% considera que su seguridad personal ha empeorado, el 56% expresa que la situación laboral ha empeorado y relacionado con eso el 55% expresa que su situación económica ha desmejorado. La situación emocional ha empeorado para el 44% y el 34% expresa lo mismo sobre su salud.
Las cinco situaciones que más preocupan a los jóvenes colombianos son en su orden de ascendente a descendente: la falta de empleo, la pobreza, los hechos de corrupción, la atención del sistema de salud y la inseguridad. Sorprende que aparecen preocupaciones que no existieron en 2020, como la polarización política, el vandalismo, la discriminación, el incumplimiento de los acuerdos de paz y la calidad de la educación superior a causa de la educación remota en el contexto de la pandemia.
Influencia de las redes
Causa curiosidad que las instituciones en las que más confían, aunque no de forma contundente son las universidades públicas, las universidades privadas y las redes sociales. Ha aumentado de forma considerable la desconfianza sobre los medios de comunicación, la iglesia católica, los sindicatos y los influenciadores sociales.
Los cinco sentimientos que más expresan en el contexto del paro son en su orden de ascendente a descendente, la tristeza, la ira, el miedo, la frustración y la rabia. Preocupa que los sentimientos que menos afloran son la alegría, la sorpresa y la esperanza.
El 63% de los encuestados afirma que se ha movilizado de alguna forma frente al actual paro nacional, pero inquieta que la mayoría afirma que lo ha hecho por las redes sociales. Las marchas ocupan el segundo lugar con cerca del 50%, pero en menor medida están los espacios de debate con amigos o familia. La mayoría expresa que la motivación para movilizarse provino de las redes sociales, así como otros expresan que lo hicieron por iniciativa propia.
La mayoría expresa que según lo que han visto, la mayoría de las marchas han sido pacíficas, evidencian la presencia de los cacerolazos y los bloqueos, lo que afirman menos han visto con sus propios ojos ha sido los ataques contra la fuerza pública, el lanzamiento de piedras y el vandalismo.
La mayoría, más del 80%, señala que están en desacuerdo con el gobierno nacional y en contra de la violencia. Además, el 73% de los encuestados considera que los actos vandálicos corresponden a estar influenciados por agentes externos, en el cual bandas criminales y fuerza pública encubiertas aparecen como los más mencionadas.
La posición ideológica en la que se ubican los entrevistados como derecha, centro o izquierda reflejan enormes diferencias sobre la percepción del paro y la representación del mismo. El 96% de los que se consideran de izquierda se siente representados por el paro, mientras que el 48% de la derecha piensan lo mismo.
Los jóvenes se sienten representados en el paro con una clara mayoría por las organizaciones estudiantiles. Los sindicatos, el gobierno nacional, los gobiernos locales y las figuras políticas son en los que se sienten menos representados.
El aumento de la pobreza es considerado el principal factor de la movilización social, seguido del proyecto de la reforma tributaria y el alto desempleo juvenil. Por otra parte, se ve un agotamiento en el asunto de seguirse movilizando, cuando el 53% expresa que no piensa salir a movilizarse en los próximos días
Elecciones
Por último, el 89% de los jóvenes piensa votar para las próximas elecciones, el 90% considera que votar es una opción de cambio y el 45% afirma que votaría por un candidato de centro, mientras que el 25% lo haría por un candidato de izquierda y solo el 5% lo haría por un candidato de derecha.
En síntesis, la crisis del gobierno nacional es posiblemente la más profunda de los últimos años y se requieren acciones urgentes porque la situación económica, educativa y emocional de los jóvenes está llegando al límite.
Preocupan estos resultados cuando esta fue una generación de jóvenes que creció y vio cómo se gestó el acuerdo de paz. En realidad, el acuerdo le apostaba a que estos jóvenes no vivieran la guerra y soñaran con la esperanza, y por otro lado sorprende que no reconozcan avances en los temas de educación, cuando se ha invertido cifras históricas en los últimos dos años tratando de calmar sus reclamos. Esto debe ser explicado por el Gobierno.
*Especialista en Educación