El cáncer de seno consiste en el desarrollo de un tumor maligno en la glándula mamaria, es decir, cuando las células ubicadas allí comienzan a crecer descontroladamente. Aunque este tipo de afección tradicionalmente se ha presentado en etapa de menopausia, cada vez son más las mujeres menores de 40 años que la contraen.
La doctora Claudia Ramírez, médica cirujana especialista en mastología adscrita a Colsanitas, explica que “no se sabe qué lo causa y por tanto no se puede prevenir de una forma precisa. Sin embargo, existen un conjunto de factores de riesgo que se han identificado sobre los que se puede actuar. La implementación de programas de detección temprana son los únicos recursos para reducir la incidencia de este cáncer”.
Cada año, durante este mes, se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama como recordatorio del compromiso de la sociedad en la lucha contra esta enfermedad. Por eso, a continuación seis posibles causas que son factores de riesgo y no deben ignorarse si se quiere prevenir el cáncer de seno.
- Antecedentes familiares de cáncer de seno: si un familiar en primer grado de consanguinidad como madre, abuelas, tías, primas o hermanas, tiene o tuvo cáncer de seno, existe un riesgo de desarrollarlo. Incluso, si se tiene más de dos familiares con este antecedente, el riesgo aumenta. Este es un factor que no se puede controlar, pero tener esta situación reportada en la historia clínica permite intensificar el seguimiento para detectarlo a tiempo. La presencia del cáncer en una familia significa que existe un fuerte componente genético para que la enfermedad se presente y esto se debe a una mutación de genes que se pasa de padres a hijos.
Los hombres también son portadores de estas mutaciones genéticas y por tanto sus hijas pueden heredarlas. Cuando existen estos antecedentes familiares, una persona puede realizarse un perfil genético para conocer si heredó dicha mutación.
- Vivir una ventana estrogénica amplia: esta medición comienza desde el momento en que se tiene la primera menstruación (menarquia) hasta la última (menopausia). En cada mujer esta ventana tiene una duración diferente, pero entre más dure, está en mayor riesgo. Esto se debe a que los altos niveles hormonales que se experimentan durante los años reproductivos aumentan, las células que tienen daño genético crecen y se desarrolla el cáncer de seno.
- Uso de hormonas femeninas: la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos que se aplica para la menopausia, prolonga la ventana estrogénica y esto repercute en elevar el riesgo para este tipo de cáncer.
- Obesidad y consumo de alcohol: estudios científicos señalan que las mujeres en la etapa de menopausia, en condición de obesidad y con hábitos de consumo de alcohol, tienen un riesgo elevado de desarrollar cáncer de seno. Estos son factores de riesgo sobre los cuales se puede actuar, llevando hábitos de estilo de vida saludable que en general mejoran la condición de salud general.
- No tener hijos ni amamantar: el cáncer de seno tiene una elevada incidencia en los países desarrollados, incluso estudios realizados en ese entorno, muestran que no tener hijos o no amamantar se asocia con probabilidades de llegar a presentar este tipo de cáncer. Pero esto no es algo definitivo. En Colombia, vemos que hay mujeres que, aunque tienen varios hijos, han llegado a tener cáncer de seno.
- Antecedente de radioterapia: un antecedente de tratamiento oncológico con radioterapia en el tórax, por ejemplo, para tratar un linfoma, también puede elevar el riesgo de tener este tipo de cáncer.