Las mujeres de 50 a 69 que se hacen una mamografía regularmente -aproximadamente cada dos años- reducen en un 40% el riesgo de morir de cáncer de seno, según un estudio internacional publicado el miércoles en el New England Journal of Medicine.
El estudio fue realizado por expertos de 16 países que evaluaron los efectos positivos y negativos de los diferentes métodos de detección de cáncer de mama, en base a un análisis de los resultados de once ensayos clínicos controlados y 40 estudios de observación.
El trabajo fue coordinado por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y contribuirá a la actualización del Manual de IARC sobre la detección del cáncer de mama, cuya última edición fue en 2002.
"Este análisis importante ayudará a tranquilizar a las mujeres en el mundo sobre el hecho de que las mamografías salvan vidas y que (...) son una herramienta esencial para incrementar el diagnóstico precoz y con ello reducir la mortalidad" comentó el profesor Stephen Duffy, de la Universidad Queen Mary de Londres, uno de los autores de la publicación.
Este estudio confirma otros anteriores en los que se afirmaba que las mujeres de 50 a 69 años son las que más se benefician de las mamografías.
Por el contrario, estudios muestran que las mamografías regulares para las mujeres en la cuarentena no dan resultados particularmente significativos.
Sin embargo, el profesor Duffy hace hincapié en el hecho de que "hay que seguir los esfuerzos de investigación sobre otros métodos de detección como la muy prometedora tomosíntesis 3D, una mamografía numérica que podría ser más adaptada para localizar los tejidos mamarios densos".
Por último, este estudio muestra que los beneficios de las mamografías son mayores que sus efectos negativos, tales como resultados falsos-positivos, sobrediagnósticos y potencialmente cánceres causados por la radiación.
El cáncer de mama es el más frecuentemente diagnosticado en las mujeres a nivel mundial y la segunda causa principal de muerte por cáncer en los países desarrollados.
Esta enfermedad causó 521.000 muertos en el mundo en 2012, según las cifras más recientes de la OMS.