Tres mozos, dos australianos y un español, fueron corneados en el último y más largo encierro de las fiestas de San Fermín en Pamplona (norte).
Otros cuatro corredores fueron hospitalizados por diversos contusiones y traumatismos causados por caídas y golpes durante el recorrido que lleva a los toros desde los corrales a la plaza de toros por las estrechas calles de Pamplona, según las autoridades regionales.
Uno de los toros, de nombre 'Olivito' y de casi 600 kilos, resbaló y se quedó aislado, girándose desorientado hacia los corredores vestidos de blanco y con el tradicional pañuelo rojo al cuello.
El astado cargó contra uno de los mozos al que acorraló contra una barrera corneándolo varias veces.
El hombre logró escapar del toro, pero este volvió a embestirlo mientras el joven intentaba desesperadamente pasar al otro lado de la barrera que separa los corredores de los espectadores.
Según las autoridades regionales, un joven australiano de 24 años fue corneado en el muslo, mientras que otro compatriota suyo de 26 sufrió tres cornadas.
Otro joven español de 21 años de Navarra también fue corneado en tres ocasiones, añadió.
Un toro separado de la manada supone el principal peligro en estos encierros diarios de las fiestas de San Fermín, ya que se desorienta y puede tender más a embestir a los corredores.
Este último encierro fue el más largo de los corridos este año, ya que los toros de la ganadería andaluza de Miura tardaron cuatro minutos y 47 segundos en recorrer los 8,848,6 metros hasta la plaza de toros.
Cada mañana, a las 08H00 locales (06H00 GMT), entre el 7 y el 14 de julio, miles de corredores participan en estos encierros, que desde 1911 han causado 15 muertos, el último en 2009.
Inmortalizadas por el escritor estadounidense Ernest Hemingway, las fiestas de San Fermín atraen cada año a la capital navarra a centenares de miles de visitantes, españoles y extranjeros, especialmente estadounidenses y australianos.