Cuenta regresiva para la Cumbre de las Américas | El Nuevo Siglo
Jueves, 5 de Enero de 2012

 

Los seis ejes temáticos propuestos por Colombia para la VI Cumbre de las Américas fueron aprobados de manera unánime por los 34 países miembros que se encontrarán en Cartagena dentro de 97 días, el 14 y 15 de abril de 2012.

Además de lograr organizar la Cumbre en esos seis temas, Colombia también logró que aprobaran una nueva metodología de negociación de los documentos finales con el objetivo de alcanzar compromisos que se vean reflejados en acciones concretas, realizables, medibles y con financiación asegurada.

Bajo el lema Conectando las Américas: Socios para la prosperidad, los países pretenden proyectar al continente americano como un todo ante el resto del mundo, enviando un mensaje de unidad y de oportunidades a la comunidad internacional.

El papel protagónico de Colombia como anfitrión de la Cumbre es una congruente consecuencia de su actuación en los foros de integración y concertación regionales, sustentada, según consignó en los balances elaborados por la Cancillería sobre su gestión en 2011, en la capacidad del país para proponer y liderar iniciativas que, al tiempo que corresponden con asuntos estratégicos nacionales, generan consenso y respaldo por parte de otros países de la región.

Por ejemplo, la Cancillería destacó el liderazgo del país para alcanzar el acuerdo político para que en ejercicio de la presidencia pro tempore de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), se lidere un proceso de reingeniería de la entidad que permita ajustar su institucionalidad y retomar su importancia en la integración latinoamericana.

El acuerdo alcanzado por Colombia para esta reingeniería se produjo en una coyuntura importante, determinada, según la Cancillería, por el interés de algunos de los países miembros en reconsiderar su pertenencia al organismo, por el fortalecimiento de otras instancias regionales de integración y por la posible reducción de los recursos de cooperación que se han recibido.

Colombia logró así mantener la vigencia de la CAN como importante mecanismo de integración en lo comercial, lo social, lo político y ambiental.

La Alianza del Pacífico para la conformación de un Área de Integración Profunda, junto con Chile, México y Perú, es una iniciativa en la que el papel de Colombia fue determinante para que las condiciones internas de los demás socios no afectaran el desarrollo del proyecto, el cual alcanzó en un período de sólo siete meses reunir en dos oportunidades a los Presidentes y adoptar decisiones en torno a agendas y metas precisas, según la Cancillería.

En un plazo de dos años, la integración profunda deberá dar sus primeros frutos. La consolidación de este mecanismo permitirá al país en el mediano plazo afinar más su estrategia de inserción en el Asia Pacífico.

Del mismo modo, se ha obtenido el apoyo para avanzar en el proyecto estratégico de interconexión eléctrica, en sus componentes mesoamericano y andino. En ambos casos, la Cancillería jugó un papel activo para asegurar el compromiso político de los demás países parte, Panamá –en el caso mesoamericano- y de Ecuador, Perú y Chile para la interconexión andina.

Con los avances dados en ambos proyectos, en materia de regulación especialmente, Colombia consolida su papel de liderazgo en la promoción de la integración energética regional.

En el último año se logró mantener una presencia continua en las instancias de negociación de los 13 mecanismos de integración y concertación regionales a los que pertenece Colombia.

El nuevo papel del país en estos foros tuvo como reto mantener y reflejar, en las distintas declaraciones políticas, las posiciones nacionales frente a cuestiones como las drogas, la seguridad y el terrorismo, que en su momento fueron de crítico manejo y llegaron a representar ciertas resistencias.

De la misma manera, logró mantener la consistencia para asegurar que en temas sensibles, especialmente de carácter extra regional, se reflejaran de manera adecuada los intereses nacionales.

Colombia contribuyó a la construcción de consensos y consolidó alianzas importantes con otros países de la región, para asegurar que cada mecanismo concentrara sus agendas, declaraciones y aspiraciones en materia de integración.