El cuarto golpe dado a las Farc por parte de la Fuerza Pública en menos de cinco días coincidió ayer con el reinicio de las negociaciones en La Habana.
Las delegaciones de lado y lado se volvieron a ver las caras en la Mesa en medio de un ambiente tenso, tras el abatimiento -el jueves- de 27 guerrilleros el Cauca, la decisión de las Farc -un día después- de suspender la tregua unilateral que habían declarado en diciembre, los 7 subversivos muertos -el sábado- por otro bombardeo en Antioquia, el ataque terrorista en el que fue asesinado un policía en Tumaco -el domingo-, mismo día en que fue dado de baja alias ‘Jaimito’, cabecilla extorsionista de la columna móvil ‘Teófilo Forero’ en Caquetá, para terminar ayer con la muerte de Alfredo Alarcón Machado, alias ‘Román Ruiz’, jefe del frente 18 de las Farc, que cayó, junto a cuatro insurgentes más, durante un bombardeo de la Fuerza Pública en Riosucio, Chocó.
De esta forma son 40 los subversivos abatidos desde el jueves pasado, la mayoría de ellos por bombardeos militares, precisamente la estrategia de ataque de la Fuerza Pública que fue reactivada por el Gobierno a mediados de abril pasado, luego de que la guerrilla rompiera su tregua unilateral y masacrara a 11 integrantes del Ejército, en Buenos Aires (Cauca), el mismo municipio en donde la semana pasada una niña de 7 años murió al pisar una mina ‘quiebrapatas’ instalada por la guerrilla.
Interrogantes
Si bien es cierto que en los últimos cinco días tanto el presidente Santos como la cúpula subversiva han insistido en que no se levantarán de la Mesa, pese al recrudecimiento del conflicto armado, lo cierto es que los sucesivos golpes militares a las Farc abren tres interrogantes.
En primer lugar, cuándo, dónde y cómo la guerrilla contratacará para responder a la seguidilla de eficaces operativos de la Fuerza Pública, que no sólo impactan por el alto número de bajas insurgentes, sino porque entre los abatidos hay cabecillas importantes, ya que ‘Román Ruiz’ no sólo era mano derecha de alias ‘Pablo Catatumbo’, integrante del secretariado de las Farc hoy en La Habana, sino que era miembro del “estado mayor” de las Farc, la segunda instancia de poder y mando en esa facción ilegal.
Si bien el presidente Santos dijo que las autoridades están “preparadas” para repeler una posible escalada subversiva e incluso ayer se ordenó el acuartelamiento de primer grado en las Fuerzas Militares y de Policía, lo cierto es que se teme que la retaliación subversiva será muy violenta y podría incluir una acción terrorista de alto espectro. Lo de Tumaco, el domingo pasado, cuando se atentó con un explosivo contra una camioneta policial, es un campanazo preocupante.
En segundo lugar, es claro que si esa respuesta militar de la guerrilla se concreta, el escaso margen de acción que tiene el proceso de paz se estrechará aún más, poniendo en vilo su propia continuidad y viabilidad. Aunque las Farc ya no están en tregua unilateral es evidente que si cometen una acción tan atroz o grave como la del Cauca a mediados del mes pasado, la presión sobre el Gobierno para que suspenda o incluso acabe con las negociaciones aumentará sustancialmente.
"Escalar la guerra no es el camino", dijo ayer ‘Catatumbo’, en tanto que Santos sostuvo horas más tarde que “…lo que ha ocurrido en estos últimos días es triste –a nadie puede alegrar, ni nos alegra, la muerte de cualquier ser humano”.
Fueron pronunciamientos en los que si bien coincidieron en que se debe preservar el proceso de paz, cada uno aprovechó para culpar al otro del escalamiento del conflicto armado. Por lo que es claro que si se profundiza la guerra en el inmediato futuro, esas posturas de las partes perderán eco, tanto en la Mesa, como ante la comunidad internacional y, sobre todo, frente a una opinión pública desconfiada, una Fuerza Pública a la ofensiva y unas filas insurgentes estupefactas que están poniendo el grueso de los muertos.
Cuenta regresiva
Por último, pero no menos importante es claro que si en la Mesa no se encuentra una salida al estancamiento de las discusiones, tanto en el tema de reparación a las víctimas como en los aún más complejos referidos al fin del conflicto y las gabelas políticas y jurídicas a los desmovilizados, el proceso entrara en cuenta regresiva.
“Los diálogos necesitan un fuerte impulso y por eso reitero una vez más mi pedido para que aceleren las negociaciones, incluyendo las que lleven a un cese al fuego bilateral y definitivo”, dijo anoche Santos. Horas antes, desde Cuba, antes de instalar la Mesa, ‘Catatumbo’ había indicado que "los luctuosos acontecimientos ocurridos la semana pasada son un paso atrás en lo avanzado hasta ahora en la mesa (de diálogo) de La Habana", pero reiteró que las Farc seguían sentadas y urgían pactar un cese el fuego bilateral.
¿Qué pasará? Nadie lo sabe. Todo depende ahora no sólo de la posibilidad de destrabar el proceso en La Habana, sino de que la guerra no escale a tal punto que reviente el proceso.
Operación
Al menos cinco guerrilleros de las Farc fueron abatidos en una operación militar en Chocó, informaron que al cierre de esta edición no tenía confirmación oficial.
Fuentes militares confirmaron a la AFP que tuvo lugar un bombardeo contra las Farc en Chocó, pero aseguraron que aún no se ha podido acceder por tierra al área y, por tanto, se desconoce el número exacto de víctimas y la identidad de las mismas.
Entre los abatidos se encontraría alias ‘Román Ruiz’, a quien las autoridades ya lo habían dado por muerto en otro operativo hace casi un año, aunque a los pocos días se desmintió su fallecimiento.