Como positivo y hasta ‘insuperable’ calificó la Administración Distrital en cabeza del alcalde Gustavo Petro la segunda jornada de día sin carro y sin moto en Bogotá, en el marco del Día de la Tierra.

De acuerdo con el gobierno local, algunas de las cifras relevantes durante la jornada fueron: un incremento en las velocidades del transporte público individual pasando de 26 km/h a 32,71 km/h; la ocupación de 1.502 espacios en cicloparqueaderos frente a los 1.375 del pasado 5 de febrero.

Ayer, también indica la Administración se encuestaron 1.466 personas y el 78,7% estuvo de acuerdo con la realización del día sin carro. Hasta las 6 de la tarde de ayer más de 1,8 millón de usuarios tomó Transmilenio, lo que representó un 5% más frente a un día típico.

En cuanto al SITP, hasta esa misma hora, lo había usado poco más de 1,2 millón de personas, lo que significó un aumento del 19% frente a una jornada normal. Entre tanto, los volúmenes peatonales monitoreados en cuatro estaciones aumentaron en un 26%.

De otro lado, es preciso indicar que varios usuarios de Transmilenio manifestaron inconformismo por las largas filas y congestión en el interior del sistema; sin contar los trancones que se formaron en algunas calles de la capital.

¿De qué sirve la jornada?

Para la concejala de la Alianza Verde, María Fernanda Rojas, quien ha impulsado modalidades de transporte amigables con el ambiente como la bicicleta, le contó a EL NUEVO SIGLO que días como el de la Tierra “nos envían un mensaje necesariamente para que nuestra especie sobreviva en este planeta, tenemos que cambiar nuestra manera de relacionarnos con ella”.

Precisamente para la cabildante “una de las formas de cambiar es aprender a movilizarnos de la manera más eficiente posible, entonces el primer beneficio es ambiental, se reduce el material particulado y en general de la contaminación en la ciudad”.

De igual forma, “facilita la pedagogía para ese 15% que está adaptado a utilizar el carro particular todos los días, precisamente porque además tiene más de un vehículo o porque sale antes del pico y placa y regresa después, etc., pero que está acostumbrado a ir siempre en carro individual”.

Rojas explica que la idea no es exigirles que dejen de usar el vehículo sino que se aprenda a usarlo de otras maneras, “hacer que cada viaje tenga un análisis del costo-beneficio y que utilicemos el medio de transporte más adecuado para cada uno de estos viajes (…) en estos días sin carro ha habido gente que por primera vez utiliza la bicicleta o se sube al transporte público, y esto como aprendizaje colectivo es muy importante”.

Peros

Para la concejala Olga Lucía Rubio, del MIRA, a pesar de que está de acuerdo con las jornadas de día sin carro, “hay que brindarles a los ciudadanos una movilidad suficiente, cómoda y eficiente porque si hay estos elementos las personas no van a tener incomodidades, la ciudad no va a perder, y cuando digo perder, es el impacto negativo que se da en el comercio, que es muy grande, como también el estrés que generan los tumultos, todas las cosas que se prestan allí para el ‘cosquilleo’, manoseo, todo este tipo de situaciones”.

Agregó que “si yo fuera alcaldesa, yo diría necesitamos al menos un día a la semana que sea sin carro y sin moto ¿por qué lo diría?, por el impacto ambiental, porque es el Día de la Tierra y el alcalde ha querido que sea un regalo para la Tierra, que sea un aporte en la disminución de la huella de carbono, el permitirles a los ciudadanos aire limpio, la oportunidad de salir y tener  un ambiente, eso lo entiendo perfectamente”.

Frente a la intención de llevar a cabo más jornadas en este año, Rubio indicó: “se debe contar con los ciudadanos y a ellos hay que preguntarles, porque la primera (jornada) es el resultado de una consulta y a ninguno les gusta que se les imponga”.

¿Y el comercio?

Uno de los sectores que más se ha visto afectado por las jornadas de día sin carro y sin moto es el comercio. Desde el punto de vista de los comerciantes en Bogotá, el director de Fenalco Bogotá, Juan Esteban Orrego, en diálogo con EL NUEVO SIGLO indicó que “nosotros desde el comercio lo vemos absolutamente inconveniente, tenemos una serie de trastornos en la economía de la ciudad, el sector productivo se ve muy afectado, las ventas se caen de una manera muy dramática y generamos todo tipo de complicaciones a los ciudadanos”.

Manifestó que “empezar a aplicar días adicionales sin carro y sin moto, pues resulta inconveniente para el comercio, para la productividad y la ciudadanía en general”.

moto, pues resulta inconveniente para el comercio, para la productividad y la ciudadanía en general”.