¿Cuál es la reforma más urgente? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 2 de Julio de 2014

Un importante número de proyectos presentaría en la primera legislatura al Congreso el presidente Santos en su segundo mandato, dentro de las cuales seguramente tendrán prioridad iniciativas de su primera administración, que por diferentes motivos se quedaron en el tintero, como es el caso de las reformas a la justicia, política, educación superior, salud y desarrollo rural. Además se sumarán más iniciativas ateniéndose a lo que dijo el Jefe de Estado en su discurso de reelección: “Vamos a reformar todo lo que haya que reformar”.

Aunque todas estas iniciativas lucen urgentes, es claro que por estrategia política, la coyuntura que se viva en el momento y la mecánica propia del Congreso, el Mandatario tendrá que elegir presentar no más de dos de estas  reformas clave en la primera legislatura, y las demás en la segunda y de ser el caso, incluso en la tercera legislatura, junto con el paquete de reformas propio de su segunda mandato.

A continuación algunas de las consideraciones que no podrá dejar de lado el gobierno al momento de elaborar la agenda legislativa y sus prioridades.

 

Reforma a la justicia

Porqué ahora

. La reforma a la justicia fue la mayor frustración legislativa del gobierno del presidente Santos, luego de que conminara a mediados de 2012 al Congreso a que la hundiera por los ‘micos’, que dijo, se introdujeron durante la etapa de conciliación del proyecto. En este sentido se puede decir que independiente de la necesidad de hacer profundos cambios en la justicia, esta iniciativa es una deuda de ‘honor’ para el Presidente.

. Las falencias de la justicia es uno de los principales dolores de cabeza de los colombianos porque a pesar de la implementación del sistema oral y mejoras en la infraestructura y sistematización, continúa siendo lenta, congestionada y es alta la impunidad. Igualmente hay muchas dificultades y trabas para el acceso del ciudadano. En ese sentido es un clamor nacional por fin materializar esta reforma.

. Desde un principio la administración Santos quiere reformas en las altas Cortes, comenzando por eliminar la sala administrativa del Consejo Superior de la Judicatura y reemplazarla por un sistema nacional de gobierno. También el presidente Santos dice que es inconveniente que mantengan su función electoral.

Porqué esperar

. Se requiere un consenso con el Congreso y la rama judicial antes de presentar este proyecto, de lo contrario es factible que naufrague en su discusión en el Legislativo o sería motivo de un innecesario enfrentamiento con el sector judicial. Desde febrero pasado comenzaron los acercamientos del Gobierno y la justicia para empezar a definir qué se va a reformar.

. En ese sentido a simple vista se ve que la reforma judicial difícilmente podría ser presentada al próximo Congreso en la primera legislatura. Mientras tanto el Gobierno aprovecharía este tiempo para construir este proyecto y lograr los consensos.

. A pesar de las presiones que recibe el Gobierno para que presente al Congreso la reforma a la justicia, es preferible tomarse el tiempo para su construcción porque un segundo descalabro no cabe en la cabeza de nadie. En esto último hay que tener en cuenta que la oposición tendrá peos en el próximo Congreso con la presencia del uribista Centro Democrático, que difiere del gobierno en varios aspectos, como el futuro del Consejo de la Judicatura, que este último prefiere suprimir

 

 

 

 

Reforma política

Porqué ahora 

. Desde su primer mandato la administración del presidente Santos habla de una reforma política, sin embargo a esta intención le dio peso específico desde mediados del año anterior con una propuesta de su propia cosecha, cuando planteó la necesidad de unificar el periodo del presidente de la República con el de gobernadores, alcaldes, aumentando a 6 años el mandato y eliminando la reelección. De esta forma, aduce, se lograría una mayor articulación en estos niveles de gobierno en aras de una mejor administración y desarrollo.

. En campaña, Santos se comprometió a que sacaría adelante esa iniciativa, que sería el aspecto central de la reforma política, pero que además contendría propuestas como la eliminación del voto preferente en las listas y que nuevamente la circunscripción del Senado sea regional. 

. Si bien hay tiempo para que la iniciativa  entre en vigor a partir de 2018, como es la intención inicial, se debe presentar al Congreso antes de los comicios regionales de octubre de 2015, pues los electores y los candidatos deben tener claro qué va a pasar después de ese mandato en materia de duración del periodo.

Porqué esperar

. Una reforma constitucional puede tomar a lo sumo año y medio, luego hay tiempo para presentar el proyecto para eliminar la reelección, unificar el periodo del presidente con el de gobernadores y alcaldes, y que el mandato sea de 6 años. Todo esto para que se aplique en 2018, cuando habría elecciones generales.

. Esta propuesta está pendiente de definir muchos de sus aspectos, el propio presidente Santos poco antes del balotaje que sostuvo con Óscar Iván Zuluaga dijo que “vamos a presentar una serie de reformas, dentro de las cuales está la eliminación de la reelección y la ampliación del periodo presidencial. Y todavía no hemos decidido, lo vamos a decidir con el Congreso si sería 5 o 6 años”. Si esto es así, no tendría sentido presentar esta reforma de manera prematura.

. Si bien la reforma política es necesaria hay temas que aún no se ha definido si harán parte de la misma, como es la reforma al Código Electoral, el estatuto de la oposición y las funciones del procurador. Por lo mismo hay quienes piensan que hay que primero definir primero estos temas.

 

Reforma a  la educación

Porqué ahora

. La reforma a la educación superior es otra de las iniciativas legislativas del gobierno Santos que se quedó en el tintero, después de que en noviembre del año 2011 retirara un proyecto en ese sentido que había presentado, presionado por un paro de estudiantes de las universidades públicas, quienes consideraban que el proyecto no respondía a las necesidades del sector.

. De esa época a hoy el Gobierno nacional con el liderazgo del Ministerio de Educación ha venido trabajando en la construcción de una política de educación para los próximos 20 años, proceso que está por terminar. En ese sentido el sector estudiantil y académico y en el propio Congreso presionarán para que el Ejecutivo presente esa iniciativa que consideran es vital para atender problemas de cobertura, calidad y un déficit que según las universidades públicas va más allá de los 11 billones de pesos.

. Los problemas de cobertura, financiación y de la misma calidad de la educación que se ofrece, como se evidenció en este último caso con las Pruebas PISA del año 2013, pruebas de conocimiento para jóvenes entre 15 y 16 años en las que Colombia ocupó el último lugar entre 65 naciones, son suficientes motivos para que el Gobierno nacional haga una reforma a fondo.

Porqué esperar

. Teniendo en cuenta lo sucedido con el primer proyecto presentado sobre educación superior que presentó, el Gobierno nacional no tiene ninguna intención que una iniciativa de este tipo sea motivo de desencuentro con los estudiantes y sectores académicos. Una muestra de ello es que la política pública está siendo consensuada con la comunidad educativa, con los rectores, docentes, estudiantes y los propios padres de familia.

. La ministra de Educación, María Fernanda Campo, anunció hace algunas semanas  que con el Consejo Nacional de Educación Superior se está elaborando un proyecto de política pública que sería radicado en la primera legislatura del próximo Congreso, es decir, después del próximo 20 de julio. Esto significaría que la reforma a la educación superior tendría que esperar mucho más, en lo que su paso inicial será sentarse a discutirla con los actores del sector, como los estudiantes agrupados en la MANE (Mesa Amplia Nacional Estudiantil), quienes ya tienen lista una propuesta sobre el particular.

. El Gobierno nacional también ha dejado ver su intención de hacer esta reforma mejor por la vía de decretos y leyes puntuales sin caer en la necesidad de adelantar una gran reforma, que puede ser desgastante para la imagen del ejecutivo nacional y del propio Congreso de la República

 

Ley de desarrollo rural

Porqué ahora

. Como sucedió con la reforma a las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR) y el nuevo Código Minero,  el proyecto de desarrollo rural no ha podido ser presentando al Congreso por el gobierno de Santos porque no se lograron consensos con los pueblos indígenas para la realización de las respectivas consultas previas, como lo exige la Constitución.

. La posesión de la tierra ha sido uno de los motivos de la guerra en Colombia, al punto que la Ley de Víctimas tiene previsto restituir cerca de 6 millones de hectáreas a campesinos despojados por la guerrilla, grupos paramilitares y no pocos empresarios, que ‘pescaron en río revuelto’. En ese sentido, el Gobierno nacional considera vital esta iniciativa para fomentar el desarrollo rural con un enfoque territorial que lleve a mejorar el bienestar de la población del campo, la planificación del ordenamiento de la propiedad y el uso de las tierras rurales.

. La recuperación de baldíos que contempla el proyecto es otro de los motivos para la urgente presentación de este proyecto, teniendo en cuenta la alta ocupación por particulares de estos terrenos del Estado.

Porqué esperar

. El primer punto de los cinco que contempla la agenda de diálogos fue el primero de los tres que se han acordado con las Farc en La Habana. Esto indicaría al Gobierno que antes que insistir en sacar adelante  el proyecto de desarrollo rural, primero logrando adelantar la consulta previa con los indígenas y con las otras minorías étnicas, debe esperar a qué sucede con las conversaciones de paz y si los eventuales acuerdos a los que se llegue son avalados por los colombianos en un referendo.

. De nada valdría sacar adelante en este momento una ley de desarrollo rural en el Congreso, lo que no es nada fácil por los intereses que toca, si poco después hay que modificarla para que se pueda ajustar a un eventual acuerdo de paz reglamentado en el Congreso y que debe ser refrendado por los colombianos.

. U proyecto de ley de desarrollo rural sería mejor presentarlo en un escenario de postconflicto, y más teniendo en cuenta que ahora se abre la puerta la posibilidad que el Eln se sume a las conversaciones de paz.

 

Reforma a la salud

Porqué ahora

. El hecho de que en mayo pasado, la Corte Constitucional considerara exequible la reforma estatutaria de la salud obliga a que ya reconocido este derecho, el mismo sea desarrollado por medio de una ley ordinaria, proyecto que por obvias razones sería presentado por el Gobierno en la primera legislatura del próximo Congreso.

.La reforma ordinaria de la salud no da espera porque como dijo en abril pasado el presidente Santos hay que “salvar, primero que todo, el sistema y sobre todo proteger a los usuarios de cualquier consecuencia negativa, y mejorar cada vez más el acceso de los colombianos al sistema de salud”.

. El papel de las actuales EPS está en discusión por el cuello de botella que el propio gobierno considera han significado para el flujo de recursos, que hoy tiene al borde del cierre a cientos de hospitales. El Ejecutivo piensa que esta reforma le va a dar al sistema la capacidad de poder funcionar hacia un futuro con mejor cobertura y calidad en el servicio.

Porqué esperar

. Hay expertos que consideran tras los problemas que tuvo el proyecto de reforma ordinaria a la salud en su trámite en el Congreso de la República, que una reforma de esas dimensiones no es necesaria, pues muchos de los ajustes se podrían hacer por medio de leyes puntuales o por la vía de los mismos decretos.

. Una de las razones que explicarían porqué la reforma ordinaria a la salud se hundió en la Cámara de Representantes, Comisión Séptima, después de superar dos debates en el Senado, es la dimensión de su articulado, al punto que el propio Gobierno nacional se tuvo que reunir con los ponentes y adelgazó el proyecto en un esfuerzo desesperado para que no se hundiera en la legislatura que acaba de terminar, lo que al final no consiguió.

. En  ese sentido, el Gobierno nacional tendría que pensarlo más de dos veces antes de darse la pela presentando nuevamente reforma de esas dimensiones, claro está con un nuevo Congreso y una coalición renovada y fortalecida.