Cruz, apuesta del Tea Party en liza presidencial | El Nuevo Siglo
Lunes, 23 de Marzo de 2015

Con apenas dos años en el Senado pero una influencia política de más de una década ya que “saltó a la fama” cuando integró el equipo del entonces candidato presidencial George Bush para el histórico recuento de votos en el estado de Florida, Ted Cruz lanzó su candidatura por la nominación republicana a la Casa Blanca.

Nacido en Canadá, de padre cubano y madre estadounidense, este abogado de 44 años sostiene que nació con la doble nacionalidad, aunque renunció a su pasaporte canadiense el año pasado.

Con un discurso claro y radical, así como sus posiciones políticas, Ted Cruz se ubica en el ala dura de los conservadores y es una figura de proa del movimiento Tea Party  (que ayudó a lanzar) en el partido republicano.

El lanzamiento de su candidatura por la carrera presidencial republicana lo hizo en la ultraconservadora universidad baptista de Liberty, en el estado de Virginia, donde un atiborrado auditorio estalló en aplausos cada que enunciaba sus líneas programáticas de campaña entre la que destacan la libertad religiosa, el matrimonio entre hombre y mujer, no rotundo al aborto, a la reforma migratoria,  menos impuestos y el fin de la salud pública subvencionada conocida como “Obamacare”.

“Creo en el poder de millones de valientes conservadores uniéndose para recuperar la promesa de Estados Unidos. Por eso es que anuncio que seré candidato a presidente de Estados Unidos”, dijo. “Es un momento para la verdad, es un momento para la libertad. Es un momento para recuperar nuestra Constitución”, proclamó.

Continuó con “Imagínense en 2017 un nuevo presidente firmando una legislación que rechace cada palabra del Obamacare”.

Cruz también se manifestó en favor de “abolir” el IRS, la dirección federal impositiva. “En vez de un código de impuestos que aplasta la innovación y que presiona a las familias, imagínense un simple impuesto único”, propuso.

En la línea general con el discurso conservador estadounidense, Cruz propuso un gobierno que “no trate de abolir nuestras municiones” y que “proteja el derecho de tener y portar armas para los ciudadanos que respeten la ley”.

Cruz también propuso un gobierno que “trabaje para defender la santidad de la vida humana y que sostenga el sacramento del casamiento”, en una evidente referencia al aborto y a las propuestas sobre casamientos entre personas del mismo sexo.

En su discurso de poco más de 20 minutos, Cruz hizo rápidas menciones a sus ideas sobre política externa.

En este sentido, defendió un gobierno “que se plante, sin pedir disculpas a nadie, al lado de la nación de Israel”. También pidió a sus interlocutores que imaginen un gobierno que “en ninguna circunstancia permitirá que Irán adquiera armas nucleares”.

Poco antes del discurso, Cruz había adelantado en la red social Twitter su decisión de lanzar su candidatura presidencial, y también lanzó videos en la red social YouTube.

De esta forma, al colocar su nombre en el ruedo, Cruz dio el disparo de salida a las campañas para las elecciones presidenciales del próximo año, sorprendiendo como el primer candidato oficial de la carrera a la Casa Blanca.

Cruz decidió saltarse un paso tradicional entre políticos estadounidenses, el de la creación de comités exploratorios, y decidió directamente iniciar la campaña, lo que implica también el comienzo de la recaudación de dinero.

Dura pelea

La candidatura de Cruz busca consolidarse como la opción preferencial de los sectores más conservadores del partido Republicano, pero inclusive en esa disputa por espacio tendrá que enfrentar otros candidatos igualmente fuertes.

Entre estos se destacan el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, y el exgobernador de Arkansas, Mike Huckabee. Entre los republicanos menos radicales se destacan el exgobernador de Florida, Jeb Bush, y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie.

Un sondeo informal realizado en febrero durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), la gran cita anual del ala derecha del partido Republicano ubicó a Cruz en el tercer puesto de cara a la presidencia de 2016, con 11,5%, detrás del senador de Kentucky (centro-este) Rand Paul y el gobernador Walker.

A pesar de su apellido y de ser hijo de un exiliado cubano, Cruz no habla español (en una entrevista dijo que se crio hablando “spanglish”) y un video lanzado hoy dirigido a la comunidad latina es doblado con la voz de un locutor profesional.

Así las cosas quien hace dos años fue considerado  por sus propios copartidarios como un "pájaro loco" por conducir las maniobras para el cierre del gobierno por falta de presupuesto, orienta ahora al conservadurismo en la carrera por la nominación republicana y sueña con lograr tener el aval partidario para luchar por  la Casa Blanca./EL NUEVOS SIGLO con AFP