Los precios del petróleo terminaron en baja el viernes en Nueva York, en un mercado que capitalizó beneficios luego de haberse apreciado fuertemente esta semana, pero que se mantuvo prudente antes de una nueva ola de frío en Estados Unidos.

El barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en abril, en su primer día como contrato de referencia, perdió 55 centavos, a 102,20 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex).

En Londres, el barril de Brent del mar del Norte con la misma entrega terminó a 109,85 dólares en el Intercontinental Exchange (ICE), en baja de 45 centavos en relación al cierre del jueves.

La leve pérdida de terreno del crudo estadounidense "resulta en parte de un pequeño movimiento de tomas de beneficios en un mercado que subió probablemente demasiado esta semana", subrayó Bob Yawger, de Mizuho Securities USA.

Pese a un pequeño retroceso, los precios del WTI se mantuvieron al cierre superando en más de 2% los niveles de la semana pasada. El miércoles terminaron en su techo desde el 8 de octubre, a 103,31 dólares.

El descenso de los precios estuvo limitado por temores sobre la oferta de productos destilados, principalmente combustible para calefacción, cuando las previsiones meteorológicas dan cuenta de una nueva ola de frío y nieve en los próximos diez días en Estados Unidos "con temperaturas netamente inferiores a las normas a inicios de marzo", precisó Yawger.

Según el departamento de Energía (DoE), los stocks de esos productos se redujeron la semana pasada en 10,9 millones de barriles en relación al año pasado en el mismo período, una caída de 8,8%.

Los operadores esperaban sin embargo una caída mayor, atribuyendo la diferencia a un leve incremento de las importaciones.

"Eso pudo pesar sobre los precios hoy", estimó Tim Evans, experto en energía, de Citi Futures.

Los precios se mantuvieron sostenidos en parte por tensiones en importantes regiones petroleras de Africa.

En Sudan del Sur, la producción de crudo se redujo netamente ante la preparación de una contraofensiva de las fuerzas armadas para recuperar la ciudad sur-sudanesa de Malakal, capital del Estado petrolero de Alto Nilo (noreste).

En Libia el sector petrolero continúa perturbado desde hace meses por manifestantes que reclaman la autonomía de su región y el reparto de los ingresos petroleros entre Trípoli y el este del país.