Para el Concejal del Partido Alianza Verde Jorge Torres, la corrupción, los problemas para expedir un nuevo estatuto universitario, la interinidad del rector encargado, la falta de gobernabilidad, los retrasos en materia administrativa y académica, y el cese de actividades mantienen en vilo a más de 26.000 estudiantes de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
Torres explicó que la universidad viene atravesando por una profunda crisis. Su número de matriculados disminuyó en cerca de 4.000 cupos en los últimos 5 años. 29.329 estudiantes cursaban un programa durante el primer periodo de 2010, pero 25.331 lo hicieron en el primer periodo de 2015. Mientras las directivas no toman decisiones de fondo para solucionar los problemas contractuales que permitan acelerar la construcción de nuevas sedes de la universidad. La primera fase de la sede El Porvenir, en Bosa, presenta un avance del 78,5% después de 3 años de obra, y podría albergar 2.600 estudiantes. El contrato de obra de la sede B de La Macarena está suspendido y no sabemos nada del contrato para la segunda fase de la sede Aduanilla de Paiba.
Estos problemas de gobernabilidad hallan su origen en un Consejo Superior Universitario (CSU) anquilosado y un rector interino por más de dos años con problemas de gobernabilidad. Recordemos que, tras la expedición de los acuerdos 008 y 009 de 2013 por parte del CSU, parte de la comunidad universitaria manifestó su desacuerdo, y procedió a un cese de actividades que continuó hasta el año 2014.
Dichos acuerdos pretendían modificar el estatuto académico de la universidad, e incluían una reestructuración académica y administrativa. Sin embargo, en opinión de distintos representantes de los estudiantes, profesores y trabajadores de la institución, esas reformas eran lesivas para la misma.
El cese de actividades dejó de regir una vez los representantes y el consejo superior lograron un consenso que supuso la derogatoria de los acuerdos y el diseño de una hoja de ruta –resoluciones 018 de 2014 del CSU y 071 de 2014 del Consejo Académico- para aprobar un nuevo estatuto de manera democrática. Un nuevo proyecto fue elaborado, pero el CSU sigue sin pronunciarse.
Entre tanto, una nueva crisis se viene gestando tras la expedición del Acuerdo 001 de 2016, mediante el cual se tomaron disposiciones sobre la designación del nuevo rector. Según los representantes estudiantiles, esta medida ignoró la propuesta del proyecto de estatuto, que contempla la elección directa del rector por parte de estudiantes, profesores y trabajadores. Dicho acuerdo fue aprobado sin contar con la presencia de dichos representantes ante el CSU, quienes, a pesar de ser elegidos democráticamente el 17 de marzo de 2016, vieron negadas sus credenciales por parte del Consejo de Participación el 28 de marzo del mismo mes por supuestas irregularidades en la elección. Además, el acuerdo fue firmado por la secretaria de educación distrital, María Victoria Angulo
Hoy vemos con tristeza que un nuevo cese de actividades fue implementado en las distintas sedes, mientras los enfrentamientos entre protestantes y el ESMAD de la policía producen sus primeros heridos.
Hacemos un llamado a la administración distrital para poner de manifiesto la gravedad de esta situación ante el CSU en aras de tender puentes de comunicación entre esa instancia y la comunidad universitaria. Ni al CSU le está permitido prestar oídos sordos a las propuestas de la comunidad en relación con la designación del rector, ni la comunidad debe dejar de contar con la viabilidad técnica, jurídica y financiera del CSU para lograr un consenso del nuevo estatuto.
Para el Concejal del Partido Alianza Verde Jorge Torres, la actual administración distrital podría reflejar su disposición a tender puentes de comunicación si hace explícita su voluntad de incluir en el plan de desarrollo la meta específica de garantizar 8.000 nuevos cupos para la universidad distrital, entre los 35.000 nuevos cupos para educación superior.
De esta manera, la secretaria de educación podría trabajar de lleno en la solución de las problemáticas descritas que mantienen suspendidas las actividades en la universidad.