Desbancando la "hegemonía" que en los últimos cuatro años había tenido el argentino Lionel Messi, el portugués Cristiano Ronaldo alzó el Balón de Oro 2013 que entrega la Fifa al mejor jugador del mundo.
Muy emocionado, al punto que las lágrimas rodaron por sus mejillas y no pudo acabar su intervención donde agradeció a todos la distinción, Ronaldo alzó el codiciado galardón.
Cristiano Ronaldo ya ganó el Balón de Oro en 2008. En 2009, 2011 y 2012 fue segundo en la votación por detrás Messi, que dominó el trofeo los últimos cuatro años (2009-2012).
Otro emotivo momento de la ceremonia vivida en Zurich fue cuando se entregó un Balón de Oro honorífico al rey Pelé, quien también se mostró muy conmovido.
"Es siempre muy agradable", comentó Pelé en un vídeo difundido en la página de internet de la revista francesa, antes de que comenzara la gala en la que se conocerá el Balón de Oro 2013.
"Por razones de reglamento, el 'rey' Pelé no figura en el palmarés del Balón de Oro, una anomalía que se corregirá en 2013", explicó France Football sobre un premio que hasta 1995 sólo podían recibir jugadores europeos.
Al recibir el Balón de Oro, Pelé agradeció a todas las personas desde que sus inicios en el fútbol le colaboraron y compartió el premio con su familia
Entre tanto el delantero sueco Zlatan Ibrahimovic ganó este lunes en Zúrich el premio Puskas al mejor gol del año por su remate acrobático desde más de 30 metros en un partido amistoso de su selección contra Inglaterra el 13 de noviembre de 2012.Ibrahimovic, que sucede en el palmarés al eslovaco Miroslav Stoch, competía por el galardón con el brasileño Neymar y el serbio Nemanja Matic.
Por su parte el exentrenador del Bayern Múnich, Jupp Heynckes, se adjudicó el premio al mejor entrenador de 2013 entregado por la FIFA, superando a su compatriota Jürgen Klopp y al escocés Alex Ferguson.
Heynckes anunció su retirada al finalizar la pasada temporada tras lograr un triplete histórico con el Bayern: Liga de Campeones, Bundesliga y Copa alemana.
Un premio a la constancia
Ronaldo reconquistó el Balón de Oro, un premio a la perseverancia de un jugador que, a sus 28 años, nunca se rindió cuando en los cuatro años precedentes la distinción fue para su gran rival Lionel Messi.
En 2008, Ronaldo tocó la cima futbolística: tras una temporada fantástica con su equipo de entonces, Manchester United (ganador de la Liga de Campeones, la Premier League y el Mundial de Clubes), el portugués fue elegido Balón de Oro, en lo que parecía el inicio de un largo reinado.
Pero aquel dominio fue efímero. El triunfo del Barcelona sobre el Manchester United en la final de la 'Champions' disputada el 27 de mayo de 2009 en el Estadio Olímpico de Roma, no sólo supuso el inicio del ciclo del Barcelona, sino el comienzo de la tiranía de Messi, que en los cuatro siguientes años fue indiscutiblemente el mejor jugador del planeta.
Ni siquiera el millonario traspaso de Cristiano Ronaldo al Real Madrid en el verano de 2009 (por la cifra récord de 94 millones de euros) cambió esa tendencia, ya que el equipo blanco apenas fue capaz de rivalizar ante el Barcelona, ni en la competición doméstica ni a nivel internacional.
El protagonismo de Messi "el tipo de yerno que todos los padres querrían tener para su hija" según definió el propio presidente de la FIFA Joseph Blatter, coincidió con un periodo de salidas de tono y declaraciones egocéntricas de Cristiano Ronaldo, que llevaron al portugués a ser un jugador, en general y salvo los seguidores de su equipo, poco querido.
"Creo que porque soy rico, que soy guapo y que soy un gran jugador, que la gente me tiene envidia", llegó a decir en 2011, en pleno "delirio" que coincidió también con la época más polémica de su paisano José Mourinho en el banquillo del Real Madrid.
Incluso Blatter se permitió hace unos meses hacer una broma con Cristiano e imitarlo como si fuese un soldado desfilando. Una afrenta que seguro que el portugués no habrá olvidado pese a haber recibido el Balón de Oro este lunes de manos del mandamás de la FIFA.
Quizá todo ello era normal en un chico nacido en Madeira en una familia humilde y que vio como con apenas 18 años uno de los grandes de Europa, el Manchester United, pagó 17 millones de euros por él al Sporting de Lisboa y le convirtió en el mejor jugador del mundo.
Durante el reinado de Messi, el gran mérito de Cristiano Ronaldo fue no desfallecer, adoptar voluntariante un perfil más discreto y humilde y superarse temporada tras temporada para volver a convertirse en el mejor jugador del mundo.
Pese a que en 2013 no ha logrado ningún título, el delantero nacido en Funchal (Madeira) acredita 69 goles en el año que acaba de concluir, batiéndo su récord de 63 logrado en 2012.
CR7 es el líder indiscutible de su selección, como quedó demostrado con los cuatro goles en la repesca ante Suecia que dieron el billete a Portugal para Brasil, y del Real Madrid, equipo con el que suma 230 goles en 221 partidos.
Tras ganar el Balón de Oro este lunes, un buen papel con Portugal en el Mundial de Brasil y la Décima Copa de Europa con el Real Madrid colocaría defínitivamente a Ronaldo como uno de los más grandes de la historia del fútbol y el digno sucesor de su llorado Eusebio, el mito luso fallecido hace escasos días.