El bajo nivel de consumo afectó el crecimiento en Estados Unidos en el segundo trimestre, y el PIB del año será menor a lo esperado según cifras oficiales divulgadas este viernes, un escenario que alimenta la batalla electoral por la Presidencia.
El Departamento de Comercio anunció que el crecimiento en el período abril-junio cayó a 1,5%, contra 2,0% en el primer trimestre, como consecuencia de una reducción de los gastos de los estadounidenses.
La tasa de crecimiento superó levemente lo esperado por los economistas, pero no subió lo suficiente como para alejar las preocupaciones de que la recuperación se mantiene débil y vulnerable.
Precisamente, la Casa Blanca revisó a la baja sus previsiones de crecimiento este viernes, y estimó que el PIB crecerá 2,6% en 2012 y otro tanto en 2013.
Al mismo tiempo el déficit fiscal para el ejercicio 2012, que termina en setiembre, estará apenas por debajo de lo esperado y superará por poco los 1,2 billones de dólares.
Además, los economistas del gobierno pronosticaron el viernes que el desempleo bajará apenas de aquí a fin de año, a 7,9% de la población económicamente activa desde el actual 8,2%.
A casi 100 días de la elección presidencial, la cifra del Producto Bruto Interno y el empleo parecen destinados a reforzar el antagonismo entre el presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney.
Los republicanos ven los indicadores como otra evidencia del fracaso de la política económica de Obama.
"El reducido crecimiento del PIB es otra noticia devastadora para las luchadoras familias estadounidenses", declaró el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus.
"Nuestra economía crece demasiado lentamente, prueba de que el presidente Obama no centra su atención en el empleo y ello la afecta", agregó.
La Casa Blanca enfrenta los ataques republicanos destacando que el país registra el "décimosegundo trimestre consecutivo de crecimiento".
"Aunque la economía continúa avanzando en la dirección correcta, es necesario mayor crecimiento para recuperar los empleos perdidos en la profunda recesión iniciada a fines de 2007", dijo el principal asesor económico presidencial, Alan Krueger.
Un crecimiento de 1,5% está lejos de constituir un golpe mortal para Obama.
El profesor Alan Abramowitz de la Emory University ideó una fórmula -en parte basada en el PIB del segundo trimestre- que ha pronosticado correctamente el resultado de las últimas cinco elecciones presidenciales.
"En base a un crecimiento del PIB de 1,5%, Obama obtendría 50,5% de los votos", afirmó el viernes. "Esto se traduce en una probabilidad de cerca de 2/3 de ganar la elección. Lejos de asegurarla, pero es el favorito", agregó.
Ambos candidatos recogen actualmente 46% de las intenciones de voto, según la encuestadora Gallup, porcentaje que se mantiene virtualmente sin cambios en los últimos tres meses, pese a que los fuertes ataques de Romney son apoyados por bajas cifras de empleo.
Los datos del segundo trimestre y las revisiones probablemente signifiquen un dolor de cabeza para el Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal (Fed, banco central), que se reúne la semana próxima.
La Fed ha sido cautelosa en la instrumentación de nuevos estímulos, prefiriendo esperar y ver si la reciente desaceleración es temporal o un adelanto de tiempos difíciles en el horizonte.
Los analistas están divididos sobre si el informe del Departamento de Comercio alentará a la Fed a actuar o mantenerse expectante.
"Una mayoría del Comité quiere ver más información y preferiría tomarse más tiempo para evaluar los pro y contras de una eventual serie de medidas", dijo Ellen Zentner, del banco japonés Nomura.