Asociación Nacional de Empresarios de Colombia publicó una de las proyecciones para el próximo año teniendo en cuenta el comportamiento financiero actual a nivel nacional y mundial.
En el informe afirma que Colombia en términos generales mantiene un buen comportamiento, de hecho la cataloga como uno de los países que más crece en la región, pero auguró un año difícil, debido al reciente desplome en el precio internacional de productos básicos, como el petróleo, la desaceleración de la economía china y la tímida recuperación en Estados Unidos y Europa son factores que elevan alarmas.
Comunicado completo de la ANDI:
En 2014 la economía colombiana tuvo, en términos generales, un comportamiento favorable. Teniendo en cuenta el dinamismo de los primeros tres trimestres del año, es de esperar que el crecimiento al finalizar 2014 se ubique por encima del 4,5%. Dadas estas condiciones, podemos decir que, Colombia es de los países que más crece en la región, e incluso, a nivel internacional. Cabe destacar que en este año se mantuvo el buen dinamismo de la inversión productiva; el entorno macroeconómico favorable con una tasa de cambio más competitiva; tasa de desempleo de un dígito donde se resalta que el empleo formal creció más que el empleo informal y un nivel de población en situación de pobreza inferior al 30%.
En lo internacional, los avances son igualmente ilustrativos: las principales calificadoras de riesgo nos califican con grado de inversión, la inversión extranjera directa sigue entrando al país, hoy Colombia tiene canales de acceso al mercado internacional más claros, la Alianza para el Pacífico continúa su proceso de consolidación y el país está trabajando en la adopción de las mejoras prácticas de políticas públicas en la búsqueda de su ingreso a la OECD.
Sin embargo, no podemos desconocer que también ha sido un año de grandes dificultades. El escenario mundial es incierto. El reciente desplome en el precio internacional de productos básicos, como el petróleo, la desaceleración de la economía china y la tímida recuperación en Estados Unidos y Europa son factores que elevan alarmas. A su vez, en la región se hizo crítica la situación de países como Venezuela, Argentina y Brasil; en otros países como Perú, Ecuador y Chile la coyuntura ha sido menos boyante.
En el caso particular de Colombia, si bien se logrará una buena tasa de crecimiento, ésta no es la generalidad de todos los sectores. En lo sectorial, la industria manufacturera continúa rezagada frente a otras actividades y el PIB total. El promedio de crecimiento del PIB entre 2000 y 2014 fue 4,2% anual, mientras que el PIB industrial creció apenas 0,2%. En 2014 no se logra revertir esta tendencia y la industria sigue creciendo 4,5 puntos por debajo del PIB. A este complejo entorno se sumaron los problemas de contrabando e informalidad.
Por su parte, los niveles de producción del sector petrolero fueron inferiores a lo previsto y mientras los costos de exploración y explotación se han incrementado, los precios del petróleo van en dirección contraria. En 2014, indicadores que ayudan a predecir el comportamiento futuro del sector, como lo son la inversión extrajera directa y las exportaciones tuvieron poco dinamismo.
En 2014 el comercio exterior colombiano tampoco ha sido ajeno a estos problemas. La tímida recuperación de la economía global, el descenso de los precios de las materias primas a nivel mundial, sumado a los altos costos que asumen las empresas para producir en Colombia, han propiciado el lento avance del comercio colombiano. En efecto, para los primeros diez meses de 2014 las exportaciones totales colombianas se redujeron 3%, de las cuales las industriales cayeron 10%.
El próximo año será un año difícil. Los factores externos determinarán buena parte de las dificultades. En el 2015 el crecimiento mundial será bajo, si bien, Estados Unidos se recupera y Europa continuará saliendo de la crisis; China se desacelerará. A su vez, la situación en Rusia, que depende fuertemente del petróleo y gas, es francamente preocupante: el crecimiento podría entrar en terreno negativo, la inflación bordea el 30% anual y se ha registrado la fuerte depreciación del rublo por la salida de divisas.
En América Latina sin duda la situación de Venezuela, en lugar de mejorar, ha empeorado y se espera que siga en declive por la drástica caída del precio del petróleo y la caída de la producción. El panorama es de inestabilidad macroeconómica en todos sus frentes: la inflación, se especula, es superior al 60%; la producción es prácticamente inexistente y persisten los altos niveles de escasez. Brasil, a su vez, registra dos trimestres consecutivos con tasas de crecimiento negativas y en Argentina se prevé una situación recesiva, a lo que se suman los problemas que enfrenta en el manejo de su deuda externa.
En este contexto, Colombia también se verá impactado por la caída en el precio del petróleo que afectará el desempeño del sector de hidrocarburos. Además se traducirá en una fuerte caída en los recaudos tributarios. En lo interno, las mayores dificultades están en el frente fiscal y en el impacto de la, recientemente aprobada, reforma tributaria sobre la inversión y el crecimiento.
El panorama no es del todo gris, el país continúa sobre la senda de la estabilidad por la solidez de los fundamentales de la economía; el posicionamiento de Colombia en la región; los esfuerzos del país en la adopción de buenas prácticas; los flujos de inversión extranjera directa que continúan entrando al país, aunque a un menor ritmo; la buena dinámica de la demanda doméstica; las potencialidades de los TLC, que ahora exigen una serie de acciones que permitan que el empresariado los aproveche plenamente y la recuperación de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, que podría traducirse en mayores exportaciones y un mayor ingreso de remesas.
A lo anterior se suma el buen desempeño esperado en obras civiles por la ejecución de proyectos de PINES y otras obras de mantenimiento y construcción nacionales y territoriales. El inicio del programa de infraestructura 4G se espera tenga un impacto positivo hacia finales de año. En el largo plazo los réditos de estas obras se verán reflejados en avances significativos en competitividad.
El crecimiento de Colombia en el 2015 posiblemente se situará ligeramente por encima del 4%.
En este panorama mixto, ¿qué oportunidades y retos enfrenta Colombia en el 2015? Sin duda, el país tiene grandes oportunidades. Los acuerdos comerciales nos abren nuevos mercados. Ahora tenemos que administrar estos acuerdos y aprovechar las ventajas que trae la internacionalización.
Y tenemos retos de corto y mediano plazo. En el corto plazo debemos buscar crecimientos más altos y sostenidos. En particular, en la industria manufacturera jalonada por la ciencia, tecnología e innovación. Ahora necesitamos acciones transversales, regionales y sectoriales que tengan efectos inmediatos y le permitan a las empresas pasar del estancamiento actual a unas tasas altas y sostenidas. Necesitamos la ejecución de una agenda de competitividad que cuente con estrategias para las cadenas de valor industriales para que ocupen un papel protagónico en el desarrollo económico de Colombia.