EL CRECIMIENTO del Producto Interno Bruto, PIB, en el segundo trimestre de este año sería menor al esperado por el Gobierno debido a que la escalada del dólar está afectando a más sectores de la actividad económica.
Asimismo, el impacto de la caída de la renta petrolera está impidiendo que lleguen al país recursos importantes para la infraestructura y para bienes y servicios. A este hecho se le suma que el déficit de la balanza comercial del país ha caído drásticamente y ya se espera que en el segundo trimestre supere los 7.000 millones de dólares.
Mientras el Gobierno considera que en el segundo trimestre la economía crecerá más que en el primero cuando llegó a 2,8 por ciento y podría estar en 3,6%, los analistas consideran que el frenazo puede ser mayor y a lo sumo se podría alcanzar el 3%.
De acuerdo con los analistas del Bancolombia, los indicadores líderes sugieren que en el segundo trimestre la economía colombiana se desaceleró frente a lo observado un año atrás.
Entre los aspectos más importantes que señalan los investigadores, se destaca la debilidad de las exportaciones, las cuales están severamente afectadas por el efecto de los menores precios, así como la caída de las importaciones debido al efecto de la devaluación y cuando el dólar ya se acerca a los 3.000 pesos.
La demanda
Además, en mayo y junio surgieron algunas señales constructivas sobre la demanda interna. El indicador de seguimiento económico, ISE, en mayo tuvo una ligera moderación, después de la aceleración que tuvo lugar en abril.
“Es por ello que para el periodo abril-junio proyectamos un crecimiento trimestral de 0,7%, que estaría un poco por debajo del 0,8% en el primer trimestre. Con lo anterior, el crecimiento interanual del segundo trimestre pasaría a un rango entre 3% y 3,2%”, sostienen los expertos.
Por otra parte, los analistas resaltan el deterioro del entorno externo, la debilidad sostenida en sectores como la industria y la eventual afectación de la confianza de los agentes han incrementado la probabilidad de ocurrencia del escenario pesimista de crecimiento para 2015 y 2016.
Indican que “a esto se suma que la producción manufacturera retrocedió 3,9% anual en mayo, cifra inferior a la disminución de 2,2% que esperábamos. La producción industrial excluyendo petróleo disminuyó 3,6% anual. Además solo un 33% de los subsectores de la industria reportó crecimientos en la producción”.
De otro lado, y después de ubicarse en 0,9% en mayo, en el sexto mes de 2015 el índice de confianza de los industriales llegó a 0,1%. Además, el índice continúa por debajo de su promedio histórico. La disminución interanual de la confianza de los industriales se explica por la caída en el componente de las expectativas de producción para el próximo trimestre, que pasó de 39,2% a 33,6%.
Los indicadores
Por otra parte, los analistas de CorpBanca señalan que “los indicadores de producción industrial, ventas minoristas y exportaciones denotan un debilitamiento de la actividad. Dada la materialización de riesgos y los bajos niveles de confianza, recortamos nuestra proyección de crecimiento”.
Así la perspectiva para la industria para lo que resta del año es desfavorable: en lo corrido de 2015 la industria reporta un descenso de -2,6% anual. Por su parte, las ventas minoristas se encuentran significativamente presionadas a la baja por el componente de vehículos, que en el quinto mes del año retrocedieron 12,9% anual, restando 2 puntos porcentuales al indicador total y reflejando las dificultades del sector ante la devaluación de 2015.
Sin embargo, al excluir el componente de automóviles de las ventas minoristas, estas se expandieron 5,5% anual. Lo anterior indica que otras ramas avanzan a un ritmo mucho mejor, donde aquellas con mayor contribución fueron alimentos y bebidas no alcohólicas.
Con esta nueva estimación la brecha de producto se hace más negativa, pero en un entorno de elevada inflación y vulnerabilidad en las cuentas externas con lo cual se consolida un escenario de riesgo más acentuado respecto al previsto en meses anteriores. Este sesgo negativo también fue reforzado en el recorte en la proyección de crecimiento por parte del Banco de la República del 3,2% al 2,8% en un rango entre el 1,8% y el 3,4%.
Para las ventas minoristas, aun cuando se denota una desaceleración, no se esperan grandes cambios para lo que resta del año, especialmente porque la confianza de los comerciantes subió a mitad de año hasta 20,6%, en razón a un fortalecimiento de todos los componentes de la encuesta como lo son la situación económica actual (38,8%), el nivel de existencias (24,7%) y la expectativa de la situación en el próximo semestre (47,7%).
Sostienen los investigadores de la entidad financiera que “dentro de los resultados finales de PIB, será determinante la dinámica de comercio exterior que a la fecha cuenta con un deterioro significativo al alcanzar un déficit en balanza comercial de US$5.931 millones en lo corrido enero-mayo, en razón al retroceso en el sector petrolero”.
Particularmente, las exportaciones a junio marcaron una caída de 31,5% anual. Dicha reducción se explicó principalmente por la caída de 44,0% del grupo de combustibles y productos de las industrias extractivas, destacando que sin el grupo anterior, las exportaciones arrojan una variación de –10,3%. Por tipo de bienes, el grupo de Agropecuarios, alimentos y bebidas; y el grupo de otros sectores evidenciaron una variación negativa sobre el total de –20,3% y –4,0%.
El único grupo que registró un aumento en la variación fue el de Manufacturas con 11,1% explicados en gran medida por el crecimiento de las ventas externas de vehículos de carretera, abonos y manufacturas de minerales no metálicos.
Así las cosas, se continúa observando un efecto negativo de la caída en el precio del petróleo sobre las ventas al exterior, sin embargo, es de resaltar que la variación total reportada para el mes de junio es menor que la contracción observada en el mes previo (-39,8% anual), mientras que algunos bienes no tradicionales empezaron a mostrar una corrección alcista en comparación con los reportes anteriores.
LA CAÍDA de la industria y el comercio puede hacer que el frenazo de la economía sea mayor al esperado por el Gobierno./ENS
EL IMPACTO de la disminución de las exportaciones está generando un hueco en la generación de recursos para la economía