Crecimiento chino se acelera a 7,5% | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Julio de 2014

El crecimiento económico de China aumentó ligeramente a un 7,5% interanual en el segundo trimestre, respondiendo a un "miniplan" de estímulo aplicado por el gobierno de Pekín desde el mes de abril.

 

En el trimestre anterior, el crecimiento del Producto Interior Bruto había sido de 7,4%, su nivel más bajo en un año y medio.

En los últimos tres meses (desde abril hasta junio), la progresión de la segunda economía mundial superó las previsiones medias hechas por un panel de 17 analistas interrogados por la AFP, que esperaban un crecimiento estabilizado de 7,4%.

"En este momento, la economía nacional se está estabilizando en general y el crecimiento sigue estando dentro de lo razonable", aseguró Sheng Laiyun, un portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS), que publicó el dato.

 

Tras un crecimiento de 7,7% en 2012, que se repitió en 2013, Pekín estableció como objetivo un 7,5% para 2014, una tasa que sería la más débil desde hace casi 25 años.

El freno de la economía llevó a las autoridades de Pekín a adoptar a partir de abril medidas de estímulo, fomentando las inversiones en infraestructuras, los incentivos fiscales puntuales y bajando el nivel de reservas obligatorias de los bancos que ofrecen créditos a las pequeñas empresas.

"Estamos viendo los resultados de las medidas que se adoptaron: la economía llegó a un nivel mínimo antes de volver a subir", indicó a la AFP Wendy Chen, analista de Namura International.

 

En cuanto a la producción industrial, la aceleración fue sensible respecto al mes previo. En junio aumentó un 9,2% en comparación con el mismo mes del año anterior.

Las ventas al por menor, barómetro del consumo interno, progresaron el mes pasado un 12,4% interanual, un ritmo estable respecto a mayo.

Y las inversiones en capital fijo, que incluyen las infraestructuras, aumentaron 17,3% en el conjunto del primer semestre, según la BNS.

Aunque Pekín descarta un plan de estímulo masivo, "cabe esperar nuevas medidas de apoyo a través de la política monetaria y el gasto presupuestario, y la creación de nuevos proyectos de infraestructuras", predijo Chen.

 

El principal riesgo, según Ma Xiaoping, economista en el banco HSBC, "es el sector inmobiliario, con la fuerte caída de las inversiones" después de años de auge.

La ventas de viviendas cayeron un 9,2% interanual en el primer semestre, y esa corrección "aumenta a corto plazo la presión sobre la economía", reconoce Sheng Laiyun, portavoz de la Oficina de Estadísticas.

El sector inmobiliario y la construcción representan de forma directa e indirecta más del 30% del PIB chino, según algunas estimaciones.

El primer ministro, Li Keqiang, insistió recientemente en la importancia de cumplir con el objetivo de un crecimiento de 7,5% este año, pero tampoco cede en su ambición de propiciar un modelo económico "más sano".

 

Su idea es favorecer el consumo interno y hacer que las inversiones sean más acertadas, en detrimento de sectores de actividad costosos y poco rentables. También quiere reducir el alcance de los monopolios públicos y el exceso de producción industrial.