Una denuncia de la policía sobre el uso de adolescentes pintados de verde y equipados con explosivos por las Farc conmocionó al país.
Un video difundido esta semana por la policía colombiana, puso en evidencia la cruda realidad, que confirma las denuncias hechas desde hace mucho tiempo sobre el reclutamiento de menores por los grupos armados ilegales.
Las imágenes, tomadas en Norte de Santander, muestran a una adolescente herida en una pierna y el cuerpo medio desnudo cubierto de pintura verde, una técnica utilizada por las Farc para ocultarse entre la vegetación.
"Ella estaba en un estado de anemia severa y parecía tener apenas 12 años", dijo el coronel Eliécer Camacho, jefe de la policía de esa región del país, fronteriza con Venezuela, y con fuerte presencia de esa guerrilla.
Sin embargo, la niña, que tiene un primo en las filas de las FARC, dijo en el hospital que fue reclutada a la edad de 14 años, hace casi cuatro.
En el lugar, también fue encontrado el cuerpo destrozado de otro adolescente, también pintado de verde, luego de que según la policía hubiera activado un artefacto explosivo contra una patrulla que pasaba por el lugar, en un atentado que causó la muerte a siete policías, explicó Camacho.
Ella dijo a las autoridades que había tenido que seguir un "entrenamiento inhumano de ocho meses", señaló el coronel.
"Se ven obligados a caminar durante horas sin zapatos para endurecer las plantas de los pies. Se les niega el alimento y el agua para que resistan más", agregó Camacho.
Según el comandante policial, la guerrilla recluta a los menores intentando primero "convencerlos, pero luego los obligan a quedarse."
"El reclutamiento de menores (de 18 años) no es nuevo, pero su participación por desgracia es cada vez más alta. Sin embargo, esta es la primera vez que se utilizan para este tipo de acciones", dijo a la AFP Ariel Ávila, investigador de la fundación Nuevo Arco Iris, un especialista en el conflicto colombiano.
"Es demasiado pronto para saber si hay un cambio de estrategia de las FARC con la utilización de menores en estos comandos, o si son casos aislados", señaló Ávila.
En total, cerca de 3.000 menores se registraron entre 2002 y 2011 como parte de la desmovilización de grupos armados. Sin embargo, el número de niños en sus filas podría llegar a 10.000, según un informe de la ONU de 2009.
Después del episodio de Norte de Santander, las autoridades colombianas anunciaron su intención de denunciar a las FARC ante las organizaciones humanitarias internacionales.
El estatal Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que vela por los derechos de los niños, también ha protestado contra la "utilización de niños para misiones suicidas".
"Es necesario que los niños y adolescentes permanezcan al margen del conflicto", dijo el director del ICBF, Diego Molano, quien lamentó que todavía están siendo "obligados a utilizar las armas" o "cuidar a los rehenes".