El Aquasphere, un dispositivo móvil que permite medir la contaminación en los cuerpos hídricos, fue creado por Andrés Lerolle, Justine Pulido y Andrés Ovalle, estudiantes de Ingeniería Electrónica, como parte de su labor académica en la clase Práctica III, en la Universidad Central.
Este dispositivo ganó el primer puesto en la XI Jornada de Jóvenes Emprendedores de la Universidad Nacional del Litoral (Argentina).
“Aquasphere mide temperatura y pH del agua, lo cual permite identificar que esta no tiene una alteración relevante de contaminación. Si el agua se mantiene a 4 grados centígrados por debajo de la temperatura ambiente, y su PH es 7, se puede inferir que es normal, pero no significa que sea potable”, explican los estudiantes.
Al medir dichas variables, podemos asegurar que el agua está sana, bastaría filtrarla para eliminar residuos físicos y cuerpos sólidos, y hervirla para acabar con microorganismos no deseados. Solo así sería consumible para el ser humano.
Lerolle, Pulido y Ovalle contaron con la asesoría, en el diseño inicial del dispositivo, de Gregory Conde, profesor de Ingeniería Electrónica y de William Pérez, director del departamento de Ingeniería Mecánica. Este último apoyó el diseño 3D de la cápsula sumergible con cierre hermético para evitar la filtración del agua.
¿Cómo funciona?
Este desarrollo electrónico cuenta con cuatro módulos y un microprocesador guardado, es una cápsula obtenida en una impresora 3D, que permiten la recolección de información dentro del agua y su envío a través de mensajes de texto.
“El microprocesador indica el orden en que deben ejecutarse las cosas; cómo deben hacerlo y en qué tiempo se deben hacer (como el cerebro humano). A su alrededor funcionan cuatro módulos independientes que le suministran al microprocesador la información necesaria para su correcto funcionamiento”, explican.
El primer módulo corresponde a la ubicación GPS. El microprocesador ordena prender este módulo para conocer la ubicación del producto y darle a conocer al cliente el lugar en el que se van a tomar las muestras de agua. Además, entrega los datos de ubicación exacta, latitud, longitud, fecha y hora.
El segundo módulo está compuesto por los sensores. Estos capturan la información y le entregan al microprocesador diferentes niveles de voltaje y los convierte en datos que miden (voltios y grados). Por ejemplo, el sensor de temperatura entrega 3 voltios, el microprocesador lo convierte en 30 grados centígrados y este es el valor que se muestra.
El tercer módulo es el envío del mensaje de texto. Una vez se tienen los datos de ubicación, fecha, hora y las medidas de los sensores; el microprocesador ordena estos datos y los entrega al módulo de envío de mensaje de texto, indicándole el número de celular y la orden de envío. El módulo busca la señal del operador telefónico que tiene y lo envía.
El cuarto módulo es el almacenamiento en memoria microSD. Funciona como un back up de la información, los datos enviados por mensaje de texto son almacenados en la memoria de forma tabulada, lo que le permite al cliente guardarlos, así el módulo de mensaje de texto no funcione.
Una vez se extrae la memoria, se puede conectar a un computador y tener todos los datos ordenados y listos para analizar.
Idea de negocio
Gracias al apoyo de la Unidad de Gestión Empresarial (UGE) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas de la UC, bajo el liderazgo del profesor Raúl Dueñas, el Aquasphere es hoy una idea de negocio.
“Al conocer el desarrollo, desde la UGE orientamos a los estudiantes en la generación del modelo de negocio, las proyecciones financieras, y los consejos para hacer pitchs (presentaciones rápidas y efectivas)”, afirma Dueñas.
El Aquasphere se presentó en la XI Jornada de Jóvenes Emprendedores como un prototipo que puede realizar un mapeo de contaminación en zonas determinadas del río Bogotá, desde donde trasmite esos datos vía GPRS a través de mensajes de texto que se guardan en una tarjeta SD.
Con este dispositivo, los estudiantes ganaron el primer puesto entre más de 60 proyectos de emprendedores de Argentina, Paraguay, Brasil y Colombia, presentados en la Jornada.
Para apoyar la participación de los jóvenes en este evento internacional que se realizó el 3 y el 4 de noviembre pasados, en la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe, Argentina la Vicerrectoría Académica de la Universidad Central entregó un apoyo financiero del 25 % del costo total de los pasajes aéreos.
De acuerdo con el profesor Raúl Dueñas, el paso a seguir es analizar con los docentes de Ingeniería Ambiental de la Institución, la funcionalidad y la precisión del prototipo.
“Hay que perfeccionarlo e intentar hacerlo modular y parametrizable, con el fin de poder adaptarlo con cierta facilidad a nuevas aplicaciones e incluso a medios diferentes al líquido. Una vez depurada su tecnología, contemplaremos la protección de la propiedad intelectual del dispositivo a través de una patente de modelo de utilidad. Finalmente identificaremos colectivos de clientes a los cuales solucionar necesidades de medición y reporte ágil de diversos factores en variados medios”.