La cotización de Carlos Betancur, que el domingo se convirtió en el primer colombiano en ganar la prestigiosa París-Niza, no deja de subir en el horizonte del Tour de Francia, prueba que correrá por primera vez en julio próximo.

"Nunca imaginé que pudiese ganar un día la París-Niza y, quien sabe, quizá un día el Tour de Francia...", declaró Betancur el domingo por la noche, horas después de su primer gran éxito en una carrera por etapas del nivel WorldTour (1ª división del ciclismo).

De esta manera, el propio Betancur alimenta el debate sobre sus opciones de ganar, a medio o largo plazo, el Tour, la prueba ciclista por excelencia y en la que será la principal baza colombiana, tras la renuncia de Nairo Quintana, segundo el pasado año.

A sus 24 años, el escalador del equipo francés AG2R La Mondiale, con el que corre desde el comienzo de la temporada 2013, aún no ha alcanzado su límite, aunque Betancur y su entorno sí conocen ya sus hándicaps.

"Todavía queda un buen margen", declaró el jefe del equipo francés Vincent Lavenu sobre la cuestión del peso de su ciclista colombiano.

En la París-Niza, Betancur exhibió algunas redondeces inhabituales en un pelotón que se interroga sobre el físico casi anoréxico de los dos últimos ganadores del Tour de Francia, los británicos Bradley Wiggins (2012) y Chris Froome (2013).

"Sabemos que la relación peso-potencia es un elemento esencial en el éxito", recuerda el director del AG2R La Mondiale. "El día que pierda los tres kilos que le sobran...", deja entrever Lavenu.

Sin embargo, los técnicos del equipo francés evitan referirse en exceso a este aspecto. "No hay que llenar la cabeza de un deportista con esto todo el día", dice Lavenu. "Hay que encontrar el equilibrio entre el objetivo a alcanzar y lo que es psicológicamente aceptable. Carlos tiene su propia historia, su propia cultura".

"Carlos viene de un mundo agrícola, cuando regresa a su país, le esperan las buenas comilonas con los amigos, la familia...", asegura su director deportivo Julien Jurdie. "Tiene, sin dudas, tendencia a engordar, pero cuando está en carrera presta atención, cumple con su trabajo", añade.

Betancur regresará a Colombia en mayo, tras la Vuelta a Romandía. Antes, correrá otras dos pruebas por etapas del WorldTour (Volta a Cataluña y Vuelta al País Vasco) y las clásicas de primavera en Bélgica.

Sus buenos resultados el año pasado en estas carreras de un día (tercero en la Flecha Valona y cuarto en la Lieja-Bastoña-Lieja) le han abierto el apetito por este tipo de carreras, tradicionalmente poco propicias a los corredores colombianos.

"Este año es factible (la victoria), pero habrá que ver a los otros, los (Peter) Sagan,(Joaquim) Rodríguez, (Alejandro) Valverde...)", dice Lavenu.

Después comenzará la preparación para el Tour, que pasará probablemente por la Dauphiné o la Vuelta a Suiza, tras una estancia de un mes en Colombia.

"No vamos a meterle demasiada presión al principio. Ambiciona el maillot blanco del mejor joven y está en condiciones de buscar al menos una etapa", advierte su responsable de equipo.

"El año pasado demostró en el Giro (5º) que un día pude luchar por la victoria en una gran prueba, el Giro o la Vuelta", asegura Lavenu.

¿Y el Tour de Francia? "Habrá que verle con el calor fuerte", advierte Jurdie. "Es la otra gran incógnita", añade Lavenu. "En cambio, Carlos soporta muy bien el frío. Es un colombiano atípico".