La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ratificó la condena de 38 años y 10 meses a Fernando Arellán y Diego Alejandro Piñeros por su participación en el atentado al Club El Nogal perpetrado el 7 de febrero de 2003 y que dejó 36 muertos y 158 heridos.
El alto tribunal declaró que no se encontraron motivos para absolver o rebajar la pena impuesta a los acusados de los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado y terrorismo.
La defensa de Arellán había argumentado que dos de los testigos que declararon en contra de su cliente lo habrían hecho debido a torturas por parte de miembros del Ejército y agentes del Estado, sin embargo, la Corte consideró que este argumento no se pudo demostrar.
Además, el alto tribunal aclaró que de haberse corroborado lo dicho por la defensa de Arellán “existen otras pruebas incriminatorias” que lo involucran directamente con el atentado.
Por otro lado, la defensa de Piñeros argumentó que el testimonio del guerrillero Alipio Murill no podía ser tenido en cuenta por ser este un confeso delincuente y porque había al menos seis inconsistencias en su declaración.