Para dar su sentencia en el diferendo marítimo y territorial entre Nicaragua y Colombia, por el archipiélago de San Andrés, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya "inició sus deliberaciones", cinco días después de que concluyeran las audiencias públicas entre los dos países.

El diferendo se inició hace más de once años, tras la demanda presentada por Managua ante la CIJ, la más alta instancia judicial de Naciones Unidas, en la que planteó que la franja territorial en disputa, una de las reservas de biosfera marina más extensa del mundo, está dentro de su plataforma continental.

Sin embargo, Colombia argumentó ante la Corte de la ONU que "Nicaragua no puede reclamar islas o cayos que "nunca pisó" o en los que "nunca tuvo presencia",

Durante casi 200 años, desde el inicio de su vida como nación independiente, "Colombia ha ejercido sin interrupciones la soberanía sobre los cayos Roncador, Quitasueño, Serrana, Serranilla, Bajo Nuevo y Albuquerque", destacó el viernes el excanciller colombiano Julio Londoño Paredes, al cerrar sus argumentos.

Pero en su última audiencia oral, Managua exhortó a la Corte de la ONU que declare que la soberanía del archipiélago San Andrés recaiga sobre Nicaragua y que se acuerde una "solución equitativa" en el reparto de las zonas fronterizas con Colombia situadas a 200 millas (321,8 kilómetros) de la costa caribeña.

Así lo solicitó el jefe de la delegación de Managua Carlos Argüello, quien pidió el martes que se "resuelva esta injusticia".

Los nicaragüenses pretenden que la delimitación territorial se haga entre las costas de ambos países o entre las plataformas continentales y no, como sostiene Colombia, entre su plataforma continental y el archipiélago.

Para Arguello, su país tiene de antemano ganada la batalla jurídica. "Nos sentimos muy seguros. Con unas islitas pequeñas de cuatro piedras frente a las costas de Nicaragua, Colombia pretende cercenarnos las dos terceras o más partes de espacios marítimos que le corresponden a Nicaragua".