La Corte Europea de Derechos Humanos aseveró este jueves que las autoridades italianas no investigaron apropiadamente las denuncias de una serie de torturas presuntamente cometidas por la policía contra manifestantes durante las protestas realizadas en el 2001 en medio de una cumbre del G8.
La corte de Estrasburgo se pronunció a través de un comunicado diciendo que consideran que “los solicitantes no han tenido el beneficio de una investigación oficial efectiva”.
Los jueces europeos también le garantizaron el derecho a las víctimas de recibir entre 10.000 euros (USD 11.800) y 85.000 euros (USD 100.400) por los daños causados.
El comunicado agregó que los oficiales de policía no fueron suspendidos del servicio durante el juicio. “Las observaciones del Gobierno no aclararon si ellos fueron sujetos a alguna acción disciplinaria”.
En el 2015, la corte también ordenó que el ataque realizado por la policía a media noche en unas instalaciones educativas en Génova, Italia, “debía ser clasificado como tortura”.
Italia se prestó como anfitrión de la cumbre del G8 del 19 al 21 de julio del 2001, al tiempo que se llevaba a cabo otra cumbre antiglobalización en Génova.
Se organizaron un gran número de manifestaciones durante los eventos, algunos de los cuales resultaron en enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.
Después de los encuentros que dejaron a cientos de heridos, la Fiscalía de Génova dio inicio a procesos penales en contra de 145 individuos.