Corrupción: urgen políticas en Judicial | El Nuevo Siglo
Martes, 22 de Octubre de 2013

“Es urgenteuna política anticorrupción en la Rama Judicial”, señaló la Corporación Excelencia en la Justicia (CEJ) al lamentar la captura y procesamiento de jueces y funcionarios judiciales sindicados de recibir sumas de dinero a cambio de la manipulación de procesos.

A través de un comunicado, la CEJ hizo un llamado a la Rama Judicial para que reconozca la existencia de este grave problema de corrupción judicial.

La directora de la CEJ, Gloria María Borrero, afirmó que “hechos como este profundizan la opinión negativa que tienen los ciudadanos sobre las instituciones de justicia, por lo que se espera un proceso judicial ágil, contundente, ejemplarizante y con todas las garantías”.

Según cifras recopiladas por la CEJ, a través del último Barómetro Global de Corrupción de Transparencia Internacional, la justicia es el segundo servicio en el que se pagan más sobornos y ha presentado un aumento entre 2010 y 2013.

Asimismo, en un estudio sobre los mapas de riesgos de la corrupción judicial en Colombia, la CEJ juntó con Transparencia por Colombia logró identificar algunos términos del argot propio y las mañas más comunes en este fenómeno:

Respecto al argot se encontraron clasificaciones de posibles autores como: 

-“Cruceteros” (abogados o familiares de funcionarios judiciales)      

-“Los Diez Millones” (jueces) 

-“Dueños de juzgados” (Magistrados)        

-“Mafias” (familias de funcionarios judiciales)

-“Redes” (Fiscales + abogados que negocian e imponen tarifas)

Entre las prácticas más comunes o “Mañas” se encuentran:

-Los fallos ya están elaborados antes de las audiencias (extensivos).

-El reparto se manipula.   

-Las mafias de los remates.

-Los peritazgos amañados (automotores).

-Pruebas contaminadas.

-Manipulación de expedientes (incluyen documentos extemporáneos).

-Se engavetan los procesos en primera  instancia “para que trabajen los de segunda instancia que ganan más”.

La CEJ hizo énfasis en que aunque existan prácticas y mafias como estas, que sin duda deben ser desmanteladas,  no hay que generalizar, ni dejar de reconocer la labor de otros funcionarios judiciales que con su honestidad y disciplina trabajan por una mejor justicia para los colombianos.