Coronado, toque latino en la campaña francesa | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Enero de 2012

Le da hoy un toque latinoamericano a la campaña electoral francesa, al ser el portavoz de la candidata ecologista a la presidencia, Eva Joly, Sergio Coronado.

Nacido en Chile, Coronado pasó su niñez en Argentina antes de llegar con su familia a Francia en 1982. A sus 41 años, es hoy el latinoamericano detrás de una campaña electoral a la presidencia en Francia.

"Soy latinoamericano. He nacido allá, el español es mi lengua materna y cuando niño escuchaba música como Palito Ortega". Hijo de padres chilenos, Coronado no anda con rodeos a la hora de reivindicar su identidad latinoamericana.

Nacido en Osorno (sur) en 1970, el mismo año que Salvador Allende llegó al poder, el portavoz ecologista tuvo que lidiar con el destino que le depararon la multiplicación de las dictaduras en la década de los 70 en América Latina que forzaron a sus padres a huir con sus dos hijos hasta llegar a París.

Su padre cruzó primero la cordillera para instalarse en Bariloche. La llegada del resto de su familia coincidió con el golpe de 1976 en Argentina. Seis años más tarde, todos ellos cruzaron el charco rumbo a Francia justo antes de que cayera el régimen militar.

"Nadie podía imaginarse que los militares iban a entrar en una guerra loca contra Inglaterra por las Malvinas y aún menos que la dictadura iba a caer tan pronto. Tres meses después de nuestra partida, los militares ya no estaban en el poder. Pero nosotros ya estábamos en París", recuerda.

Eso sí, además de latinoamericano, Coronado se define también como francés. Cuando llegó a París tenía apenas 12 años y guarda un grato recuerdo de cómo fue recibido.

"Pienso que Francia es el único lugar que permitió entonces ser felices a los latinoamericanos y los chilenos", explica.

Para él, esa doble identidad no es excluyente. Al revés, "cada una enriquece la otra", constata el que también será candidato en las elecciones legislativas de junio de la coalición entre socialistas y verdes al escaño del que dispondrán los franceses de América Latina y el Caribe en la Asamblea Nacional (cámara de diputados).

La catástrofe nuclear de Chernobil en 1986 y la militancia en la organización SOS Racisme determinaron sus primeros pasos en la política. Coronado entró en el partido ecologista francés y asumió en los 90 la dirección de las relaciones internacionales del movimiento.

Gracias a ese cargo, volvió por primera vez a América Latina para participar en el foro altermundialista de Porto Alegre, en Brasil. "En casa, no vivíamos con la nostalgia.

Nuestro paso por Argentina nos había marcado. Allá, mi hermano y yo queríamos ser niños argentinos. En Francia ocurrió lo mismo: queríamos ser franceses", recuerda.

Y para volver a Chile, Coronado tardó todavía más. En 2005, viajó a su país de nacimiento cuando su abuela estaba a punto de fallecer. No guarda buenos recuerdos. "Pienso que Chile es, junto a la Gran Bretaña de Thatcher, el único país donde triunfó la revolución conservadora. Allá todo está privatizado. Es el triunfo del individualismo", lamenta.

El modelo para él es el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva. "¡Logró sacar a 20 millones de personas de la pobreza!", señala, aunque admite que su política medioambiental "no fue bastante audaz". Pero lo que más le duele es que la izquierda francesa no se haya enterado del efecto Lula. La derecha de Sarkozy y Jacques Chirac "sí lo aprovechó".

Coronado regresó a Sudamérica en 2009 para estudiar en la prestigiosa universidad Externado en Colombia, donde permaneció dos años y medio. Volvió a París en 2011 para apoyar con éxito a Eva Joly en las primarias ecologistas, en las que impuso frente al favorito, el presentador de televisión Nicolas Hulot.

Ahora su misión es más complicada. En las encuestas, la candidata de los verdes dispone solamente de 5% de intenciones de voto.

AFP