Corea del Norte representa una "amenaza abierta, una amenaza declarada para el mundo", afirmó en Pekín el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, después de que Pyongyang efectuara a principios de mes su cuarto ensayo nuclear.
"Estados Unidos hará lo necesario para proteger a nuestro país así como a nuestros amigos y aliados", dijo Kerry.
Washington y Pekín están "de acuerdo en la importancia de una resolución de la ONU" al respecto y en "acelerar (sus) esfuerzos" para lograrlo, agregó el jefe de la diplomacia estadounidense.
Kerry habló después de entrevistarse con su homólogo chino Wang Yi, a quien iba a pedirle que aumentara la presión sobre Corea del Norte, país que depende en muchas cosas del apoyo de China.
China y Estados Unidos se comprometen "a trabajar juntos para intentar lograr un acuerdo sobre puntos de vista para una resolución firme que incluya nuevas medidas significativas" a fin de frenar el desarrollo del "programa ilícito de misiles balísticos" norcoreano, dijo Kerry.
El 6 de enero pasado, Corea del Norte anunció que había llevado a cabo con éxito el ensayo de una bomba de hidrógeno.
Se trata del cuarto ensayo nuclear de Corea del Norte y una nueva violación de las resoluciones de la ONU.
La visita de Kerry a Pekín -última etapa de una larga gira por Europa, el Golfo y Asia del sudeste- coincide con las consultas diplomáticas en vistas a la adopción de nuevas sanciones contra Corea del Norte en la ONU.