La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas ha hecho presencia en todos los lugares donde recientemente se han reportado emergencias humanitarias por las cuales se ha registrado la salida masiva de población o restricciones a la movilidad de miembros de algunas comunidades indígenas.

En calidad de coordinadora del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (Snariv) y en el marco de los Comités de Justicia Transicional, la entidad ha articulado la atención a este tipo de emergencias, ha realizado seguimiento a las intervenciones realizadas por las instancias con responsabilidades en la materia y ha brindado asistencia alimentaria y no alimentaria cuando los entes territoriales así lo han requerido.

En el caso de Chocó, se han visto afectadas algunas comunidades indígenas asentadas en Alto Baudó, Nuquí y Quibdó, con motivo de cuatro emergencias humanitarias ocurridas entre mayo y junio de 2014.

Es así como se han invertido 221.391.040 pesos en ayudas humanitarias proporcionadas a cerca de 600 familias de los pueblos indígenas embera y wounaan que se vieron obligadas a abandonar su lugar habitual de residencia, así como a más de 180 familias que enfrentan restricciones a la movilidad en el municipio Alto Baudó. Además, se movilizaron a la zona aproximadamente 70 toneladas de asistencia alimentaria y no alimentaria enviada por la Unidad para las Víctimas.

La entidad continúa con la gestión de acciones tendientes a brindar una mayor y oportuna atención a las familias que se encuentran desplazadas en el municipio del Alto y Medio Baudó. Por ello, se entregaron 6.000 kits de alimentos no perecederos y 3.000 kits de aseo a las familias que buscaron alojamiento temporal en Catrú Central, Puerto Echeverry y Puerto Meluk, a través del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), habida cuenta de las complejidades de seguridad que actualmente presenta la zona.

Asimismo, entre el 22 y el 24 de mayo, la Unidad entregó 610 kits de artículos de cocina y hábitat a la administración municipal, de los cuales 272 fueron distribuidos a las familias receptoras y habitantes de Catrú Central y a las comunidades ubicadas en el sector de Ancozó. Por su parte, el CICR distribuyó 228 recipientes de 110 litros para el almacenamiento de alimentos y 228 recipientes de 80 litros para almacenamiento de agua.

La Unidad también ha coordinado y realizado el seguimiento a la atención de las 87 familias que salieron de la zona rural donde vivían en Nuquí (41 familias) y Quibdó (46 familias), luego de enfrentamientos entre grupos al margen de la ley. Dichos habitantes pertenecen a los pueblos indígenas embera dóvida y embera katío, respectivamente.