Un mensaje de tranquilidad a sus homólogos del sur de Europa sobre la evolución de las democracias instaladas en la región tras la Primavera Árabe expresaron los dirigentes de los países norafricanos durante la cumbre de Diálogo 5+5 que se inauguró ayer en Malta, al tiempo que pidieron más cooperación.
"Por primera vez en nuestra historia, compartimos los valores de la democracia", expresó el presidente de Túnez, Moncef Marzuki, en la ceremonia inaugural de esta cumbre donde participan España, Francia, Italia, Malta, Portugal, Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez.
Los cambios que sacuden el Sur del Mediterráneo "no constituyen una amenaza para Europa", señaló Marzuki, quien formuló un llamado a "no tener miedo de los grupos salafistas".
"El pueblo no aceptará jamás sistemas islámicos no democráticos. Queremos la democracia islámica, no la autocracia", insistió.
"Europa es nuestro destino", agregó el presidente tunecino. Según él, los países europeos "encontrarán muchas oportunidades en nuestra región", que "tiene necesidades urgentes en materia de infraestructura".
En tanto, el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Aziz insistió en que "la región ha conocido desarrollos políticos que van a contribuir a estabilizarla", afirmó.
Para él, la cumbre del Diálogo 5+5 "debería ayudar a enfrentar desafíos como el terrorismo, el crimen internacional y el tráfico de armas, desafíos que imponen cambiar mentalidades".
"Somos complementarios", agregó el presidente mauritano, quien defendió "un diálogo entre civilizaciones" sin "tocar a las cuestiones religiosas ni afectar la dignidad de los pueblos", respetando "las especificidades".
Para el Primer Ministro de Malta, Lawrence Gonzi, "el Mediterráneo no es una frontera que nos divide sino un puente que nos une a todos", según expresó en un discurso de apertura de los trabajos.
En tanto, Francia e Italia defendieron la necesidad de reactivar el diálogo político y profundizar la cooperación entre las riberas norte y sur del Mediterráneo "a pesar de las dificultades económicas y de la crisis de la zona euro".
Junto al gran tema del codesarrollo, los dirigentes abordarán también temas como la migración clandestina, el terrorismo y nuevos dominios de cooperación posibles como la formación profesional o las energías renovables.
El crecimiento de las empresas, pequeñas, medianas y grandes que el foro espera favorecer depende también de la formación de los jóvenes, de donde surgió la idea del presidente francés François Hollande sobre un sistema de formación internacional como el europeo llamado "Erasmus" pero extendido a la zona del Mediterráneo./AFP