Isaac se convirtió en la tarde de ayer en huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpsons de cinco niveles mientras se dirigía a Nueva Orleans (sudeste de EEUU), donde la población se preparó para recibir su azote y evocó la tragedia que vivieron hace siete con el paso del devastador huracán Katrina, que dejó 1.800 muertos.
A las 18H00 GMT, Isaac se encontraba a 85 km al sur-sureste de la desembocadura del río Misisipi y a 220 km al sureste de Nueva Orleans (Luisiana), con vientos sostenidos de 120 km/h, y se seguía desplazando a una velocidad de 17 km/h, según el CNH.
El presidente estadounidense, Barack Obama, había instado más temprano a los habitantes de la región a tomarse en serio el fenómeno, que podía "provocar inundaciones significativas y otros daños en una zona amplia".
"Ahora no es momento para tentar al destino... Necesitan tomar esto seriamente", dijo Obama en una alocución televisada desde la Casa Blanca.
Obama reiteró que los gobiernos locales y federal se estaban preparando ante el fenómeno.
Tras la fallida gestión de su antecesor republicano George W. Bush de la tragedia que significó Katrina para el país, Obama declaró el lunes el estado de emergencia en el estado de Luisiana (sur), hacia donde se dirige Isaac.
La medida permite el flujo de fondos y ayuda federal a las autoridades locales. Obama también sostuvo un encuentro con funcionarios, incluyendo el administrador de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Craig Fugate.
"En este momento, ya tenemos equipos y material listos para ayudar a las comunidades que se hallan sobre el paso de la tormenta", recordó el mandatario en su alocución.
"Seguiré asegurándome de que el gobierno federal está haciendo todo lo posible por ayudar al pueblo estadounidense a prepararse y reponerse de esta tormenta peligrosa", dijo el mandatario.
Luisiana, Alamaba y Misisipi declararon el estado de emergencia por el paso de Isaac.
El 29 de agosto de 2005, Nueva Orleans fue asolada por Katrina con vientos que superaban 178 km/h -categoría 3 en la escala de cinco niveles Saffir-Simpson- y que se convirtió en el huracán más mortal al cobrarse más de 1.800 vidas, y el más costoso en Estados Unidos.
Hay "una elevación importante del nivel del mar y de amenazas de inundación sobre la costa norte del Golfo de México", informó más temprano el CNH.
El Centro advirtió que el ojo de la tempestad llegará a la costa de Luisiana esta madrugada, precisando que "los dispositivos de salvaguarda y de protección de bienes deben ser rápidamente puestos en práctica"./AFP