El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, consiguió convencer este lunes a la oposición siria y a su líder para que participen en la reunión internacional prevista el jueves en Roma para "decidir las próximas etapas" que permitirían poner fin a la guerra.
Las primeras 24 horas de Kerry en Londres en el marco de una gira de diez días por Europa y países árabes, estuvieron dominadas por la crisis siria. Esto mismo debería repetirse el martes en Berlín, ciudad a la que el secretario de Estado llegó el lunes por la noche.
Públicamente y entre bastidores, la diplomacia estadounidense se consacró durante dos días a persuadir al jefe de la Coalición Nacional de la oposición siria, Ahmed Moaz al Jatib, de que reconsiderara la decisión anunciada el sábado de boicotear la reunión de Amigos del Pueblo sirio, programada el jueves en Roma.
Esta cita es uno de los momentos fuertes de la gira de Kerry.
Finalmente, los esfuerzos dieron resultado ya que Jatib anunció este lunes por la noche en su página de Facebook que la Coalición acudiría a la capital italiana. Según él, Kerry y el jefe de la diplomacia británica, William Hague, "prometieron ayudas específicas para aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo".
Para convencer a Jatib de que realizara el viaje a Roma, Kerry tuvo incluso que telefonear a la coalición opositora siria desde el avión en el que viajaba de Londres a Berlín, según un alto responsable del Departamento de Estado.
"Llamo a la oposición siria a unirse a nosotros por razones prácticas, para informarnos", declaró John Kerry en una conferencia de prensa junto a su homólogo británico, William Hague.
"Es el buen momento para pensar en lo que podemos hacer", añadió.
Washington apoya desde hace meses una ayuda "no letal" a la rebelión siria, pero la administración de Barack Obama permaneció dividida durante el verano de 2012 sobre la posibilidad de armar a la oposición siria.
"Quiero que nuestros amigos del consejo opositor sirio sepan que no venimos a Roma solo para hablar. Vamos a Roma para tomar una decisión sobre las próximas etapas", insistió Kerry, quien hace unos días habló de una iniciativa "diplomática" para poner fin a un conflicto que causó 70.000 muertos en cerca de dos años, según la ONU.
Con su amenaza de boicotear la reunión de Roma, Jatib quería denunciar el "silencio internacional ante los crímenes" cometidos por el régimen de Damasco, después de los lanzamientos mortales de misiles contra Alepo (norte).
Kerry condenó estos hechos y afirmó que son "una nueva prueba de que Asad debe partir".
"Ante tales asesinatos y la amenaza de inestabilidad, nuestra política no puede seguir siendo la misma", insistió Hague.
El pasado lunes, Londres pidió a Bruselas flexibilizar el embargo europeo sobre el envío de armas a los rebeldes, sin éxito. La Unión Europea decidió en cambio autorizar un "apoyo no letal" más importante a la oposición, y darse tres meses más, hasta fin de mayo, para zanjar la cuestión de las armas.
El conflicto sirio monopolizará también la etapa berlinesa de Kerry, quien se reunirá el martes con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, cuyo país es uno de los últimos apoyos del régimen del presidente Bashar al Asad.
"Creemos que Rusia puede jugar un papel crucial para convencer al régimen (sirio) (...) de la necesidad de una transición política", dijo un responsable del departamento de Estado, que, sin embargo, no espera un "gran avance" tras esta reunión bilateral.
Por su lado, Lavrov, que recibió a su homólogo sirio, Walid al Muallem, advirtió de que no hay en Siria "ninguna alternativa aceptable a una solución política obtenida a través de un diálogo entre el gobierno y la oposición".
Muallem respondió que Damasco estaba "dispuesto al diálogo con todos los que quieren el diálogo, incluyendo a los grupos armados".
"Me resulta más bien difícil de comprender cómo, cuando ustedes lanzan misiles Scud sobre los inocentes en Alepo, podemos creer seriamente que están dispuestos a dialogar", declaró Kerry.
AFP.