Mientras la administración argumenta que se había concertado la salida de los ciudadanos, problemas de seguridad porque se realizó el festival “Salsa al Parque”, ocupación del espacio público y que no hubo atropellos en la intervención, algunos integrantes del campamento por la paz desmintieron esas afirmaciones y políticos rechazaron el desalojo.
Desde el jueves la temperatura en el campamento por la paz subió debido a que después de una votación interna, se dividieron entre los que se quedarían en la Plaza de Bolívar y los que se retirarían porque se había cumplido el objetivo con la firma de la paz. El sábado en la madrugada la Fuerza Pública desalojó las carpas que se habían instalado hace 49 días para presionar que se firmara un nuevo acuerdo de paz después del triunfo del ‘No’.
Al tiempo que un grupo del campamento por la paz denunció en las redes sociales atropellados de la Policía a pesar que habían firmado un acuerdo con funcionarios para no obstruir “Salsa al Parque”, el alcalde Mayor de Bogotá, Enrique Peñalosa, dijo que en ningún momento hubo abusos de fuerza por parte de la Policía, el desalojo fue pacífico, de común acuerdo y no hubo personas heridas.
Ante la crisis que se avecinaba, la administración expidió varios comunicados. El viernes después de la una de la tarde explicó que el jueves se llegó al acuerdo que se retirarían voluntariamente de la Plaza de Bolívar. “La Alcaldía comparte el propósito del campamento y ha respetado la ocupación. La Presidencia de la República también dio su visto bueno para el levantamiento de la ocupación teniendo en cuenta que ya se había cumplido el propósito del campamento que era la firma de un nuevo Acuerdo de Paz”.
Uno de los argumentos de la administración es que los requisitos del Sistema Único de Gestión de Aglomeraciones (SUGA) para el festival de Salsa al Parque, evento masivo de alta complejidad con más de 25.000 asistentes, es la no presencia de carpas, vallas y banderas porque son un riesgo permanente para la seguridad física.
El sábado en la tarde, el mandatario capitalino dijo "Acompañaré y protegeré siempre iniciativas que busquen la paz. Fundadores del campamento por la paz consideraron que ya habían cumplido su objetivo y concertadamente anunciaron su retiro. Durante 45 días valoré y admiré la capacidad de resistencia y tesón de todos sus miembros. Les brindamos toda la ayuda que necesitaron de nuestra parte y así lo han expresado ellos públicamente. Como Alcalde de la ciudad debo garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, no solo la de un grupo. La Constitución y las leyes, además, me obligan a que no exista una ocupación permanente del espacio público y se debe cumplir para todos los ciudadanos”.
Ayer, en las cuentas de twitter de funcionarios del Gobierno nacional no cayó bien la actuación en la Plaza de Bolívar, el alto consejero para el Postconflicto, Rafael Pardo rechazó el desalojo, “Muy mal que el campamento de paz de la Plaza de Bolívar, pacífico, espontáneo y cívico, haya sido desalojado por fuerza. Esa no es la paz”.
A su turno la ministra de Trabajo, Clara López Obregón, criticó que se utilizó la fuerza para desalojar a las personas que hacían parte del campamento. "Desalojo a la madrugada con Esmad de Campamento Paz, muestra falta de reconocimiento con el compromiso pacifista para dar paso a Salsa al Parque".
En este sentido, la representante a la Cámara y copresidenta de la Comisión de Paz del Congreso Ángela María Robledo, dijo “es paradójico que unas personas que con agua y sol aguantaron estos días recordándonos la importancia de la paz sean sacados de esa manera”.
Para el senador del Polo Democrático Iván Cepeda, esta situación produce un profundo rechazo. “Al parecer el alcalde Peñalosa no se ha dado por enterado que estamos en una fase en la cual Colombia está entrando en la construcción de la paz y que las autoridades deben tratar a los ciudadanos con respeto”.