El gobierno portugués ha descubierto que en las cuentas de varias empresas públicas, en particular en el sector de los transportes existen contratos "muy especulativos" que podrían acarrear pérdidas de "3.000 millones de euros" al Estado.
Estos contratos afectan en particular a las empresas públicas que administran el metro de Lisboa, el de Oporto y la red ferroviaria Refer, según la prensa.
"Varios contratos presentan problemas en la medida en que no son simples instrumentos de cobertura de riesgo, ya que contienen estructuras muy especulativas", dijo el ministerio de Finanzas en un comunicado.
Estos contratos podrían acarrear pérdidas de 3.000 millones de euros, según el comunicado. El ministerio ha subrayado que fueron firmados antes de que el actual gobierno entrara en funciones, en junio de 2011.
Si se llegaran a confirmar, estas pérdidas amenazarían la consecución de los objetivos del gobierno para reducir el déficit del país, que se beneficia desde mayo de 2011 de un plan de rescate de 78.000 millones de euros de la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Hace dos meses el gobierno inició negociaciones con los bancos implicados con el fin de compensar las pérdidas financieras del Estado lo antes posible", dice el ministerio.
Según el diario público, se trataría de contratos "'swaps' tóxicos que han hecho subir los intereses de las empresas públicas en un 20%". En principio, un contrato "swap" está destinado a minimizar los riesgos ligados a los tipos de interés.
Según la prensa, estos contratos especulativos habrían sido firmados por Paulo Braga Lino y Juvenal Silva Peneda, convertidos en secretarios de Estado tras la entrada en funciones del actual gobierno. Estos dos funcionarios abandonaron sus cargos el lunes a raíz de una remodelación ministerial.