El ejército sirio lanzó el sábado su contraofensiva para recobrar los sectores en poder de los rebeldes en Alepo, segunda ciudad del país, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las fuerzas previstas para el asalto estacionadas desde hace varios días en los alrededores de la metrópoli "se dirigen hacia el barrio de Salahedin", donde se encuentran la mayoría de los rebeldes.
"Podemos decir que el asalto ha comenzado", declaró a la AFP Rami Abdel Rahman, presidente del OSDH.
"Los combates más violentos desde el comienzo de la rebelión tienen lugar en varios barrios", precisó.
Los Comités Locales de Coordinación (LCC) informaron que los combates se desarrollan en las afueras de Salahedin, situado al sudoeste de Alepo, la capital económica del país.
La Comisión General de la Revolución Siria, otra red de militantes, informó igualmente sobre la presencia de los refuerzos del ejército en Salahedin "en medio de nutridos disparos de ametralladora pesada" y combates entre gobiernistas y rebeldes.
Los insurgentes se encuentran atrincherados sobre todo en los barrios del sur y el sudoeste de la ciudad.
Según el OSDH un gran movimiento de éxodo se produce actualmente en el barrio de Al Sukari (sur) tras la caída de un obús y violentos enfrentamientos en el sector de Hamdaniyé (oeste).
El asalto fue lanzado más de una semana después de la apertura de este nuevo frente el 20 de julio, después de que el ejército recobrara el contro de Damasco, donde se vivieron igualmente violentos combates en los barrios hostiles al presidente Bashar al Asad.
Varios países occidentales habían expresado su preocupación ante la perspectiva de un asalto contra los rebeldes. Estados Unidos advirtió sobre el peligro de que se produzca "una masacre", y condenó "la odiosa agresión de las fuerzas de Asad contra ese centro de población civil".
Según informaciones obtenidas por un corresponsal de la AFP en el lugar los rebeldes no han lanzado ninguna operación importante en los últimos dos días, economizando sus escasas municiones de obuses antitanques.
Numerosos habitantes han salido de la ciudad y los que permanecen en ella tienen grandes dificultades para abastecerse.
Según los expertos, esta batalla es sumamente importante para las dos partes. Por un lado el régimen cuenta con que sus aliados, los ricos comerciantes de Alepo, financien parte de su esfuerzo bélico. Los rebeldes aspiran a crear una zona de protección, tal como hicieron los libios con Bengasi.
AFP