Contraloría revisará con lupa costo final de Reficar | El Nuevo Siglo
Martes, 24 de Mayo de 2016

LA CONTRALORÍA General asumió dos compromisos sobre Reficar: de un lado, establecer con precisión el costo de la Refinería de Cartagena, Reficar, y otro de acelerar la auditoría en esta empresa y entregar su auditoría en septiembre de este año.

 

El Contralor Edgardo Maya Villazón, dijo que esta será la norma a seguir con la Refinadora. Al mismo tiempo dijo que Reficar y CB&I se exponen a procesos sancionatorios de continuar dilatando la entrega de información completa al equipo auditor.

 

Señala el Contralor en el primer compromiso que no habrá necesidad de contratar ninguna compañía para entregarle al país la información que precise con exactitud cuál fue el costo real de la construcción de la Refinería de Cartagena.

 

“La Contraloría tiene la obligación y el imperativo moral de hacer esta tarea y así lo hará. Y si quedaron excedentes, vamos también a verificar a dónde fueron a parar”, indicó el Contralor.

 

Precisa en el el segundo compromiso la entidad de control, que la Actuación Especial de Fiscalización que adelanta la Contraloría en Reficar y CB&I estaría terminando en septiembre próximo.

 

Maya Villazón insistió en exigir y requerir a Reficar, CB&I y Foster Wheeler que entreguen de forma oportuna la información que les solicita la Contraloría en desarrollo de esta Actuación Especial.

 

Revisiones

“En un universo de revisión de contratos y de costos tan grande, tenemos que

tener la información oportunamente y si no es así deberán proceder los procesos sancionatorios que aplica la Contraloría en estos casos, pues esta es la principal fuente para realizar el proceso auditor”, anotó.

 

Maya Villazón dijo también que todos los contratos de Reficar están en inglés

y la traducción es de las tres empresas mencionadas y la Contraloría no puede

aceptar tales traducciones.

 

Explicó que, para tener confiabilidad sobre el contenido de los contratos, la

Contraloría busca el servicio de traductores autorizados por el Ministerio de

Relaciones Exteriores.

 

Esta labor de traducción hace muy dispendiosa el seguimiento que debe hacerse a los contratos, señaló.

 

A esto se añade que en los contratos que entregan, tanto Reficar como CB&I, no se encuentra la totalidad de su contenido. No se podía mirar solo la contabilidad

 

¿Por qué la Contraloría feneció durante 4 años la cuenta de Reficar? Según explicó el Contralor Maya Villazón, “la Contraloría únicamente llegaba a mirar la contabilidad. No había auditoría de resultados o financiera. No se aplicó la modalidad de auditoría integral que había que hacer”.

 

El Contralor General se ratificó en los señalamientos que hizo desde enero pasado la CGR sobre puntos clave del proceso de ampliación de Reficar, como las adiciones presupuestales, la inexperiencia de Glencore en construcción de refinerías, el gran error de aplicar la modalidad de costos reembolsables y lo que llamó el vergonzoso control gerencial que realizó Foster Wheeler.

 

Requerimientos

Indica la Contraloría General sobre las adiciones presupuestales que en el sector público, un contrato no se puede adicionar por más del 50% de su valor inicial. Aquí hay adiciones del 100%, del 200%, del 300%, del 500%, del 1.000%, del 2.000% del valor inicial del contrato. Ese es un aspecto que debió tenerse en cuenta y controlarse desde el comienzo”.

 

Frente a la inexperiencia de Glencore. La CGR precisó que “Glencore no tenía la experiencia suficiente. Hasta el 2007 lo que había sido era una comercializadora internacional de materias primas de minería y de hidrocarburos líquidos. No había construido una refinería en toda su trayectoria en el mundo”.

 

Señala que “aplicar la modalidad de costos reembolsables fue un gran error. Eso significa: gaste y yo pago lo que usted gasta. Me pasa la cuenta y yo le pago”.

 

Indica que “traen una firma norteamericana de gerencia de proyectos y la Contraloría encuentra en todas las cuentas que presentan un sellito ordenando los pagos de esos costos reembolsables”.

 

“En esta modalidad de contratación, se pierde el derecho al pataleo, el derecho a reclamar”.

 

Además, precisa el ente de control, que “el control gerencial que realizó Foster Wheeler es realmente vergonzoso. Realmente no hubo ningún control. Es un constructor gerencial de proyectos y lo que hace es poner un simple sello para que paguen la cuenta que presenta Reficar”.