La Contraloría de Bogotá formuló serios reparos al nuevo esquema de recolección de basuras, el cual deberá iniciar después de la media noche del próximo martes 18 de diciembre, de acuerdo con el decreto 564 que expidió el alcalde Gustavo Petro. El ente de control estima que hay falta de planeación y que esto supondría un riesgo estimado en más de $3.500 millones de pesos.
La contralora auxiliar, Ligia Inés Botero, expresó que en el modelo “no se define de manera clara cuál será el método de recolección de este tipo de materiales” y la inclusión de los recicladores en el nuevo modelo de basuras no está asegurada, por lo que no es clara la manera "progresiva" en que se desarrollará el proceso.
La funcionara también cuestionó que la recolección de basuras quede a cargo de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, a través de su filial Aguas Bogotá. Botero cree que el Distrito debió haber puesto en marcha un proceso licitatorio que evitara el estado de transitoriedad.
"Este régimen de transición se da en la medida en que la Administración dejó pasar más de un año sin iniciar las acciones adecuadas para poner en marcha el proceso de licitación", indicó la Contraloría Distrital.
Por lo tanto, la entidad también pidió coordinación entre la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) y Aguas Bogotá que se realicen campañas pedagógicas sobre el reciclaje, a través de un comunicado.
La funcionaria también le dijo a la Administración Distrital que la restricción para que los operadores privados depositen basuras en el relleno sanitario de Doña Juana desde el martes, tiene que ser "en términos legales y constitucionales, evitando los posibles riesgos contingentes por su decisión".