Contrabando, tragamonedas y extorsión: trío diabólico | El Nuevo Siglo
Viernes, 16 de Septiembre de 2011

En muchos casos los llamados “combos” o “bacrim” obligan a tenderos y comerciantes a instalar maquinitas y día tras día pasan por el ‘producido’ o la respectiva ‘vacuna’. El año pasado fueron decomisadas y destruidas 663 y en 2011 van 887.

MÁS QUE la escurridiza suerte se esconde detrás del negocio de las máquinas comúnmente conocidas como “tragamonedas”. Las autoridades han descubierto que grupos ilegales se ‘montaron’ a este negocio como fuente de financiación e incluso de extorsión.


Las pesquisas han permitido descubrir que multimillonarias sumas de dinero deja de percibir la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales como consecuencia del contrabando de las “maquinitas tragamonedas”, cigarrillos y licores. Esa situación afecta directamente el monto de los recursos utilizados para la unificación de los Planes Obligatorios de Salud de los Regímenes Contributivo y Subsidiado.


Según las normas vigentes desde enero de 2003, las personas o empresas que perciban ingresos por la explotación de actividades denominadas de “suerte y azar”, por ejemplo los casinos, los expendedores de chance, o quienes tienen maquinitas tragamonedas, son considerados como “responsables del Impuesto al Valor Agregado (IVA)”. Los cigarrillos y los licores también pagan impuestos para financiar al sector salud, pero su monto se ve afectado por el permanente contrabando por las zonas de frontera y puertos.


Para disminuir ese desangre de recursos, la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) adelanta todos los días fuertes operativos. Según su Director, coronel Hoover Alfredo Penilla Romero, desde el año pasado a la fecha vienen trabajando fuertemente en torno al problema de las maquinitas tragamonedas.


Para contrarrestarlo han adelantado operativos en Bogotá, Medellín, Cali, Pereira, Cartagena, Bucaramanga, Riohacha, Ipiales, Arauca, Valledupar, Cúcuta, Santa Marta, Barranquilla y en el puerto de Buenaventura, entre otras regiones del país.


“Es importante destacar que las principales ciudades capitales se convierten en las principales zonas de repliegue frente a la problemática general de contrabando de maquinitas tragamonedas”, precisó el oficial.


Explicó que “este fenómeno obedece a la alta afluencia poblacional, lo que hace más rentable esta actividad ilegal para las organizaciones que ven en estas ciudades una mejor forma de acompañamiento, comercialización, distribución y explotación de estas máquinas”.


En lo corrido del año han logrado aprehensiones en este sector por $4.380 millones. Los resultados se han dado en establecimientos comerciales por el orden de $3.154 millones, en depósitos $544 millones; en puestos de control $127 millones y en empresas transportadoras $45 millones.


Mediante filtros realizados a las bases sistematizadas de la DIAN, se encontró que en el presente año se realizaron 286 importaciones de tragamonedas por 14 millones de dólares, siendo los principales países de origen Estados Unidos y China.


Pero, paralelamente, los contrabandistas ingresan clandestinamente numerosas maquinitas que afectan gravemente a la economía nacional y a la salud.


Durante las inspecciones “también se han encontrado maquinitas de contrabando en algunos casinos, además de las tiendas de barrio y misceláneas”, agregó el Coronel.


Una vez son decomisados estos aparatos pasan a las dependencias de la DIAN y luego son destruidos en presencia de autoridades competentes.


“En el 2010 decomisamos 663 maquinitas tragamonedas por un valor superior a los $6.680 millones y en lo corrido del presente año 887 por un valor superior a los 4.380 millones; como pueden ver, nuestra actividad es permanente y sin descanso. En estos momentos estamos diseñando nuevos operativos a nivel local, departamental y nacional.”, indicó.


Aclaró el oficial que la DIAN tiene registros de las maquinitas tragamonedas legalizadas y en cuáles establecimientos se encuentran. Las que no están en estos documentos, por supuesto, son de contrabando.


“Estamos haciendo los análisis de cuanto dinero el Gobierno nacional deja de recaudar por el contrabando de las maquinitas y la extorsión de que son víctimas estos propietarios. Claro que las cifras son multimillonarias, afectando a la economía nacional, la generación de empleo y sobre todo los rubros de la salud”, precisó.
Agregó Penilla Romero que “si no se perciben los impuestos correspondientes a todo ese monopolio rentístico habrá menos plata para la salud, y esos dineros van a los bolsillos de los delincuentes para financiar sus actividades criminales”.


“Es necesario denunciar, pues un ciudadano común y corriente no sabe los riesgos a los que se somete y compromete, pero nosotros insistimos en que se denuncie”, aseguró.


Fenómeno complejo


A todo ese problema debe sumársele que ahora los tenderos y comerciantes son víctimas de la extorsión.


Los “combos” y las llamadas bandas criminales al servicio del narcotráfico (bacrim) exigen a los tenderos y comerciantes que tienen estas máquinas, distintas sumas, que pueden ir desde una pequeña ‘vacuna’ diaria hasta grandes extorsiones.


Según dijo a EL NUEVO SIGLO el Director de la Policía Fiscal y Aduanera, durante las inspecciones y operativos de la entidad en tiendas, misceláneas y otros establecimientos, han encontrado que los propietarios de estos negocios no son los dueños de las máquinas. En otros casos, las adquirieron a bajo costo pero sin el lleno de los requisitos legales.


“En los llamados combos o bandas que delinquen en las principales ciudades del país y en sectores considerados como neurálgicos llevan las maquinitas a los establecimientos y obligan a sus propietarios a instalarlas y diariamente pasan a recoger el producido, casi siempre entre 50 y 60 mil pesos”, cuenta el Coronel.


Y en los casos de quienes las adquirieron legalmente aunque sin cumplir los requisitos de ley, entonces deben cancelar a los delincuentes entre cinco mil y diez mil pesos diarios a cambio, paradójicamente, de no ser denunciados ante las autoridades competentes.
“Los combos obligan a los propietarios de los establecimientos a sostener las maquinitas tragamonedas y después pasan por el dinero producido y ni siquiera pagan los servicios de energía. Es como una vacuna”.


Extorsión


Al seguir la pista de este negocio criminal, las autoridades han descubierto que en muchas ciudades y municipios está creciendo una red muy amplia de extorsión que abarca desde humildes tenderos hasta medianos y grandes empresarios.
“Estos casos de extorsión son cada vez más ingeniosos y difíciles de rastrear”, precisa el oficial.


Los llamados combos exigen los dineros directamente, a través de las redes sociales. Presionan hasta para que sus víctimas paguen por las recargas de minutos a los celulares de personas presas y de los cabecillas de esas bandas.


Otra de las modalidades que los delincuentes usan para extorsionar es obligar a sus víctimas a la entrega de medicamentos de uso controlado tales como el Glucantime, el cual es usado para el tratamiento de la leishmaniasis, o incluso la compra de material de guerra, explosivos y municiones para fusil y pistola, o en su defecto les cobran el valor de las exigencias.
Las extorsiones no solo las ejecutan en las calles de las grandes ciudades y municipios, sino que las dirigen desde el interior de las prisiones.


El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Guillermo Botero Nieto, confirmó los hallazgos de la Policía Fiscal y Aduanera en relación con la extorsión que vienen afrontando los tenderos que deben pagar hasta 40 mil pesos a la semana para poder funcionar en barrios de ciudades como Medellín y Valledupar.


Muchas de las víctimas no denuncian por temor y otros porque consideran que esas sumas de dinero “son pagables” y así se evitan peligrosas retaliaciones de los delincuentes.


Las autoridades saben que la dimensión y gravedad de este problema incide en la vida en comunidad, pues comerciantes y vecinos viven en constante peligro. Por lo mismo, insisten en que es necesario denunciar para enfrentar con éxito esta modalidad criminal.


Por lo mismo, desde el Grupo Gaula de la Policía Nacional están reforzando todas las operaciones contra estas redes de extorsionistas.


Ofensiva


Recientemente, el propio presidente Juan Manuel Santos reconoció que no es cierto que la extorsión como delito esté bajando en el país, como lo aseguran las cifras de algunas autoridades, al darle la razón al comercio organizado que denunció que la seguridad se ha deteriorado a niveles insostenibles.
Dijo que es cierto que aumentó el número de extorsiones a los comerciantes y tenderos pero que la falla está en que no hay denuncia ante las autoridades y que por eso las cifras no reflejan la realidad.


Insistió Santos en que si hay colaboración de la ciudadanía poniendo en conocimiento de los grupos Gaula de la Policía y del Ejército y en la Fiscalía sobre las intimidaciones de la delincuencia, será fácil derrotar a estas bandas porque estadísticamente la extorsión es el delito de mayor éxito para las autoridades en su lucha contra el crimen organizado.


A su turno, el Director del Grupo Gaula de la Policía, general Humberto Guatibonza, precisó que las autoridades conocen la dimensión y gravedad del problema, pero recalcó que se requiere que la ciudadanía pierda el miedo y denuncie.


“Si un comerciante, un ciudadano, un empresario o el propietario de un establecimiento con maquinitas tragamonedas, denuncia un caso de extorsión, entonces de inmediato el Grupo Gaula asume la investigación brindando amplias garantías y seguridad a la víctima, mientras que el criminal o delincuentes son capturados y puestos a disposición de fiscales y jueces”.


Las ‘bacrim’


Como se dijo, a pesar de que las autoridades investigan a los combos por las extorsiones a tenderos y establecimientos con maquinitas tragamonedas y hasta juegos de video, se tiene conocimiento que las ‘bacrim’ también están detrás del ilícito negocio.


Por ejemplo, días atrás la Policía en Cartagena informó de la captura de diez presuntos integrantes de “Los Paisas” que exigían a tenderos que tenían instaladas maquinitas y a dueños de establecimientos de comercio en distintas zonas de la capital de Bolívar importantes sumas de dinero.


Durante los operativos las autoridades decomisaron 20 teléfonos celulares, dos computadores e inmovilizaron dos motocicletas.


Entre los aprehendidos están alias El Mono y El Carita, presuntos antisociales que delinquían en sectores como Zaragocilla, Olaya Herrera y Piedra de Bolívar, según afirmó el general Ricardo Restrepo, Comandante de la Policía Cartagena.


De acuerdo con la información suministrada por las autoridades, estos delincuentes lograban cobrar a sus víctimas entre 20 y 30 millones de pesos diariamente.
Tenderos, comerciantes, transportadores, camiones distribuidores de cerveza, gaseosas, víveres y otras mercancías son blanco de este delito. Incluso, están ‘vacunando’ al vendedor de tintos, chance, comidas rápidas y productos agropecuarios, emboladores y hasta casos se han conocido de personas que cuidan carros a las que los delincuentes les exigen un porcentaje de lo ganado a punta de propinas de los dueños de los vehículos.


Obviamente con esa clase de sumas en juego, las guerras entre los combos y las ‘bacrim’ son muy cruentas, pues ‘ganarse’ el control de un barrio o un sector específico les puede significar una entrada de dinero importante. “Cada quien defiende su zona a muerte y muchos de los homicidios y casos de sicariato y ajuste de cuentas tienen su origen en estas peleas por el control territorial”, precisó un alto funcionario de una capital departamental de la Costa Atlántica.


Agregó que “en algunos casos entre vacunas y préstamos gota a gota los criminales obtienen más rentabilidad que en el propio narcotráfico al menudeo, y con un nivel de riesgo que consideran mucho menor… Lo que pasa es que la gran prensa en Bogotá cree que los combos son pandillas de jóvenes armados, pero no es así, estos combos son verdaderas bandas, dirigidas por delincuentes viejos y peligrosos, que han llegado al extremo de exigirle a las personas que trabajan y tienen sueldos que en promedio van desde el mínimo a un millón de pesos, un porcentaje de su sueldo con la excusa de que se requiere financiar la gente para mantener el barrio sano y tranquilo…”.


Como se ve, el fenómeno de la extorsión se está tornando una plaga invisible que en el momento menos esperado toca a la puerta de quienes años atrás, por su bajo nivel de ingresos, oficio discreto o pocos bienes, se creían a salvo de ser vacunados…