El comandante de la Armada, Roberto García Márquez dijo que tras un exhaustivo estudio se decidió seguir la negociación.
A pesar de los cuestionamientos sobre el contrato por 90 millones de dólares para la compra de 16 misiles al Gobierno Coreano, el Ministerio de Defensa de Colombia informó que este proceso continúa.
Tras las dudas generadas por la detención por fraude de tres de los directivos de la empresa coreana LIG NEX1, en rueda de prensa, el comandante de la Armada, almirante Roberto García Márquez, afirmó que esta situación no afecta el proceso.
Márquez señaló que tras el escándalo se inició un exhaustivo estudio y se tomó la decisión de “aplazar el perfeccionamiento y ejecución del contrato" y exigir “una garantía para el cabal cumplimiento del acuerdo”.
El Almirante sostuvo que el Ministerio de Defensa designó tres grupos de análisis: uno de operaciones, otro de riesgo y uno de validación de confiabilidad y contrainteligencia que practicó la prueba del polígrafo al personal involucrado en el contrato.
“Los resultados de estos grupos calificados confirmaron la pertinencia y validez de todas las decisiones del trabajo inicial en los aspectos estratégicos, tácticos, técnicos y administrativos", afirmó el Comandante de la Armada.
Al conocer la situación de los directivos, García Márquez explicó que el Gobierno colombiano le exigió a Corea incluir en el contrato una enmienda para garantizar el cumplimiento del acuerdo comercial.
El alto oficial señaló que el mismo ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, le envió una carta a su homólogo de Corea del Sur, Kwan Jin Kin, el pasado 29 de noviembre, diciéndole que si no recibían garantías se solicitaría "una amable terminación del contrato”.
Al conocer los hechos, el embajador de Corea en Colombia, Choo Jong-youn, informó que tenía conocimiento de la situación en la corporación LIG, manifestando no haberla notificado, por considerar que se trataba de un asunto ajeno al proceso de adquisición del material estratégico, ya que no comprometía en absoluto el cumplimiento del objeto del contrato entre los gobiernos, conocida la trayectoria y solidez de dicha firma.
Adicional a esto el gobierno del país asiático envió una comunicación en la que describían a LIG Nex1 como "una reconocida compañía de defensa en el campo de los misiles, radares y sistemas de comunicaciones que regularmente suministra sus productos a las Fuerzas Armadas de Corea del Sur”, por lo que "no tendrá problemas cumpliendo el contrato".
Sobre los cuestionamientos del almirante en retiro, Gabriel Arango Bacci, quien dijo que el acondicionamiento de los misiles costaba mucho dinero, Márquez sostuvo que no se gastará un peso de más ya que la empresa Lig Next One se encarga de todo el proceso.
El escándalo estalló el 23 de noviembre cuando se firmó el contrato para modernizar los misiles de cuatro fragatas colombianas. Dos días antes la Fiscalía Coreana detuvo a tres directivos de la empresa por presunto fraude. Incluso el presidente de la multinacional está investigado por el mismo delito. Además, una de las empresas del holding se declaró en quiebra.
Finalmente la Armada explicó que este proceso busca “fortalecer la defensa de la Nación” por lo cual “el Ministerio de Defensa - Armada Nacional inició en el año 2007 el proceso de modernización y extensión del ciclo de vida de las fragatas, el cual contempló dos etapas: la primera, orientada a la plataforma y sensores; y la segunda, que inició en el 2010 enfocada a la actualización de las armas estratégicas”.
“Luego de un riguroso proceso de estudios técnicos y económicos de diferentes opciones, acompañados de análisis costo-efectividad, se seleccionó la modalidad de acuerdo interinstitucional de venta (gobierno a gobierno) con la República de Corea para la adquisición de los sistemas requeridos”.