Por Álvaro E. Sánchez H. *
Especial para EL NUEVO SIGLO
Existen algunos conceptos que se utilizan en forma común pero que son interpretados de diversas maneras por quienes los usan y aquellos que los escuchan, generando así una interesante situación en la que el diálogo es fluido, pero la comprensión del mismo es diversa entre los actores.
Tomemos como ejemplo el concepto de Patria, éste se invoca en muchas circunstancias y de muchas maneras pero no deja de ser curioso cómo las personas se turban al tratar de definir la palabra que tan a menudo utilizan.
Uno de esos conceptos es sin duda alguna el de ambiente, que es utilizado frecuentemente. Se compone de ocho aspectos fundamentales que lo determinan:
- Biótico. Al oír hablar de medio ambiente la mayoría de las personas se imaginan los animales, la flora, los árboles, la fauna y, en general, todos los seres vivos que se encuentran en el planeta; esto no es en sí mismo incorrecto, pues los seres vivos son una parte fundamental del ambiente y, por lo tanto, han de ser tenidos en cuenta. El error está en pensar que son el único elemento a considerar dentro del ambiente y en considerar que todo debería girar en torno a ellos. Los seres vivos (animales, plantas y microorganismos) han de ser considerados como parte fundamental del ambiente.
- Abiótico. Nadie se atrevería a discutir la importancia que tienen para la supervivencia de la especie humana, elementos como el agua, el aire e inclusive los minerales; éstos son elementos no vivos que hacen parte integral de un sistema ambiental y como tales son pieza fundamental en la esperanza de la supervivencia en el planeta, por lo que necesariamente han de ser considerados como parte fundamental del concepto ambiente.
En el aspecto abiótico están considerados los minerales, ellos no son necesariamente indispensables para la vida del planeta pero sí para el mantenimiento del nivel de vida de la humanidad, que es en definitiva quién se beneficia de éste.
- Aspecto Normativo. Toda actividad humana, aún el mero hecho de respirar, genera impactos y cambios en el ambiente; esto es inevitable pero no significa que estas actividades de supervivencia no se puedan realizar. Es así que la sociedad se ha puesto de acuerdo en generar algunas actividades que son permitidas sin ninguna condición, algunas otras son indispensables para el desarrollo pero generarán beneficios mucho mayores que el daño causado, y otras son decididamente inconvenientes para el género humano y el planeta; las primeras son libres, las segundas tienen restricciones establecidas, en tanto las terceras requieren de estudios y permisos que garanticen su buen manejo; y las últimas son prohibidas. De esta manera se incorpora la normatividad al concepto de ambiente.
- Económico. Concebido el planeta como un depósito de materias primas en el cual lo que no se siembra, se extrae, debemos aceptar que el valor de las materias primas es mucho mayor que su valor de explotación, pues cada vez habrá menos materias primas disponibles y más dificultad y costo para su extracción; es por ello que surgen temas como la valoración económica de los impactos ambientales, la contabilidad ambiental, los balances ambientales y la responsabilidad ambiental empresarial. De esta manera se debe incorporar el concepto económico al concepto global de ambiente; además, se debe tener en cuenta que aunque en algunos casos se trate de bienes libres, se trata de bienes limitados y no replicables, salvo a través de otros impactos en la naturaleza.
- Desarrollo. El desarrollo de la humanidad nos lleva a tener tareas productivas cada vez mayores, tareas que se requieren para mantener un nivel y un estilo de vida y para tener mejores y mayores expectativas de supervivencia; pues bien, todas estas actividades requieren de materias primas que, como ya se indicó, vienen de la naturaleza y hoy por hoy están sub-valuadas, generando así un deterioro cada vez más rápido de la “caja de materias primas”; este deterioro genera mayores déficits ambientales y mayores pasivos en la contabilidad ambiental. Por dicha razón es parte de la definición mundial de ambiente.
- Filosófico. A través del tiempo se ha venido discutiendo sobre la protección al ambiente, inclusive algunas iglesias protestantes han publicado biblias con los párrafos que se refieren al medio ambiente resaltados. La Iglesia Católica, a través de papa Juan Pablo II, se refirió a los delitos contra la naturaleza, pero yendo más lejos, Aristóteles hacia planteamientos cuestionando si el hombre era parte de la naturaleza o amo de la naturaleza; al tema se han referido grandes pensadores y líderes mundiales a través de los años y aún no hay consenso en este asunto. Hoy por hoy solo dos países del mundo consideran en sus constituciones que el ser humano está en el mismo nivel de derechos que la naturaleza, ellos son Ecuador y Bolivia; en los demás los derechos de los seres humanos están por encima de la naturaleza misma.
- Cultural. Un aspecto cuasi desconocido del componente del concepto Ambiente es el del respeto a las costumbres y tradiciones de las comunidades. Lo anterior se fundamenta en que si el planeta está para la supervivencia del ser humano, éste tiene el derecho de disfrutarlo según sus costumbres y tradición; es por este motivo que los deterioros ambientales no se pueden universalizar. No es lo mismo que el indígena case un leopardo porque su cultura lo exige para demostrar sus capacidades de guerrero y líder, a que un cazador mate varios leopardos por su piel o por simple diversión. Dentro de la cultura y la tradición se deben entender todas las estructuras de la sociedad, desde la familia hasta los organismos internacionales y/o multilaterales.
- Humano. Este aspecto debería quizá ser el primero pues es, sin duda alguna, el más importante de todos; si partimos de la base de que el ambiente hay que cuidarlo para que el hombre pueda habitar más tiempo este planeta, tendremos que concluir que debemos considerar al hombre y a sus necesidades como el motor de las decisiones que sobre este tema se tomen. No tiene ningún sentido sacrificar comunidades enteras por salvar un árbol ni tampoco lo tiene sacrificar árboles por vivir con lujos desmedidos, todo debe ser en un justo medio.
* Director Maestría en "Gestión y evaluación ambiental". Escuela de Ingenierías. Universidad Sergio Arboleda. alsanchez2006@yahoo.es @alvaro080255