¿Contagio de indignación social con islamistas llegará a Túnez? | El Nuevo Siglo
Viernes, 5 de Julio de 2013

En Egipto, con presidente interino inició transición. Detenida cúpula de los Hermanos Musulmanes. Derrocado Mursi permanece bajo custodia del ejército

Un día después de que cayera el gobierno egipcio liderado por Mohamed Mursi ante el descontento social por una gestión únicamente para los islamistas, la oposición de la vecina Túnez reclamó la disolución de la Jefatura de Estado en ese país, también islamista.

Así, el partido de oposición tunecino Nidaa Tunes, dirigido por el ex primer ministro Beji Caid Esebsi, reclamó la dimisión del gobierno dirigido por los islamistas de Ennahda, y “la formación de un gobierno de salvación nacional".

Asimismo, denuncia "la ausencia de legitimidad" del equipo actual y la "intransigencia del movimiento (islamista) Ennahda" que según el partido alienta a la violencia.

Horas antes de esa declaración política, el  presidente tunecino Moncef Marzouki, excluyó  que él y las autoridades  electas corran el riesgo de ser derrocadas, como ocurrió en Egipto. Sin embargo  las instó a estar "atentas" y tomar en cuenta las demandas sociales y económicas.

Interrogado sobre un posible golpe de Estado en su país, Marzouki, un político laico aliado con los islamistas, respondió: "No creo…Aquí tenemos un ejército republicano profesional, que nunca estuvo implicado en la política", agregó.

No obstante, los dirigentes tunecinos tienen que "entender la señal, estar atentos, comprender que hay importantes demandas en el plano social, económico", estimó Marzouki.

El partido  Ennahda condenó el  golpe militar contra Mursi , y defendió la legitimidad que emana de las urnas.

En un comunicado, estimó en un comunicado que el ejército pasó por encima de la "legitimidad del primer presidente electo (democráticamente) en Egipto". Agregó que "golpe de Estado (...) alimentará el extremismo y la violencia".

Entre tanto en Egipto,  prestó juramento como mandatario para la transición el presidente del Tribunal Constitucional, Adli Mansur mientras que los principales dirigentes de los Hermanos Musulmanes fueron detenidos.

Mansur prometió "proteger el sistema republicano" y ser el "garante de los intereses del pueblo".

El derrocamiento de Mursi, primer presidente elegido democráticamente de la historia de Egipto, pone fin a un año de poder islamista, marcado por repetidas crisis e importantes protestas populares, y abre el camino hacia una delicada transición en este país profundamente dividido entre partidarios y opositores al presidente derrocado.

Ayer una fuente militar indicó que Mursi estaba detenido preventivamente, dando a entender que el exmandatario podría ser procesado.

Posteriormente, el Guía supremo de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, fue detenido por la policía militar "por incitar a matar a manifestantes". También fue detenido un adjunto del Guía supremo, Rached Bayumi, indicaron fuentes de las fuerzas de seguridad.

La detención del principal y más influyente dirigente de los Hermanos Musulmanes es la última etapa de una serie de medidas adoptadas por las autoridades desde el inicio del golpe de Estado.

En este contexto, islamistas egipcios denunciaron la instauración de un "Estado policial" y llamaron a manifestarse hoy contra el "golpe militar".

Los Hermanos Musulmanes "rechazan el terror del Estado policial que arrestó a figuras de la cofradía y cerró canales satelitales", indicó el movimiento islamista en un comunicado leído a partidarios de Mursi que se habían congregado en el distrito de Nasr City, en El Cairo, y estaban rodeados por vehículos militares.

Además, una alianza de partidos y movimientos islamistas, de la que forman parte los Hermanos Musulmanes, llamó a manifestarse "pacíficamente" hoy.

En la plaza Tahrir de El Cairo, miles de egipcios habían celebrado durante toda la noche el derrocamiento de Mursi, menos de tres años después de festejar en este mismo lugar la caída de Hosni Mubarak, en febrero de 2011.

La "hoja de ruta" de la transición política que se inició ayer prevé que "el presidente interino  Mansur se ocupe de los asuntos del país durante el periodo de transición hasta la elección de un nuevo presidente".

Según el líder opositor Amr Musa, quien fuera canciller durante el régimen de Mubarak, ya han empezado las consultas para formar un nuevo gobierno, que tendrá "plenos poderes".

El golpe militar en el país árabe más poblado del mundo suscitó inquietud en el mundo. Sin embargo la  comunidad internacional parecía dispuesta a trabajar con las nuevas autoridades de Egipto y, a pesar de que numerosos países pidieron un rápido regreso al orden constitucional, ninguna potencial occidental calificó el derrocamiento de  Mursi como golpe de Estado militar.

Una de las más fuertes reacciones fue la de Alemania, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, consideró la intervención de los militares como "un fracaso mayor para la democracia en Egipto". Y agregó que “es urgente que Egipto vuelva cuanto antes al orden constitucional", afirmó.

Desde Túnez, donde realiza una visita oficial, el presidente francés François Hollande, llamó a "hacer todo lo posible" para reanudar el proceso de democratización en Egipto, en base al pluralismo y la unión”./EL NUEVO SIGLO – AFP

 

EL HASTA ayer presidente del Tribunal Constitucional, Adli Mansur, juró como mandatario interino de Egipto y será el encargado de organizar nuevas elecciones./Foto AFP