Alberto Contador, que se ha impuesto como patrón de la carrera, solo tiene que temer un desfallecimiento o un accidente en este Giro de Italia, que celebra este lunes su segundo día de descanso, a menos de una semana de su conclusión.
"Contador demostró su superioridad", admitió Giuseppe Martinelli, el director deportivo del equipo Astana, cuyo jefe de filas, el italiano Fabio Aru, es segundo a 2 minutos y 35 segundos. En cuanto a la tercera posición, el costarricense Andrey Amador, en un puesto inesperado ("mi objetivo es clasificarme entre los cinco primeros", dijo), cuenta con un retraso de más de cuatro minutos.
"Estoy contento por mi situación en la general, es mejor de lo que esperaba", se felicitó Contador, que mostraba un rostro tranquilo en su hotel de Pinzolo, al pie de Madonna di Campiglio.
¿Qué tiene que temer? Una caída que no pudo evitar en dos ocasiones desde que comenzó el Giro. ¿Un problema de salud? "En cada etapa, todo puede ocurrir", recordó el madrileño. "Incluso después del Mortirolo, el martes, todavía hay etapas de montaña que pueden traer problemas".
Contador ya subió el Mortirolo, una cima que clasificó entre las tres más difíciles ("detrás del Zoncolan y del Angliru", confesó). "En 2008, solo tenía cuatro segundos de ventaja sobre Riccardo Ricco. También lo escalé el año pasado en el Gran Fondo (reunión de ciclistas). Es una cima muy difícil que permite hacer diferencias, sobre todo al día siguiente de una jornada de descanso".
- Landa y Aru, duelo de equipo -
En la primera etapa de alta montaña, en la víspera, Contador desarmó al Astana, el equipo más fuerte del Giro. Solo dejó la victoria al vasco de la formación kazaja, Mikel Landa, que es cuarto en la clasificación (a 4 minutos y 46 segundos).
"Si le dejan libertad, podría subir al podio en Milán", estimó el 'Maglia Rossa' de la carrera, cuando le preguntaron por un pronóstico. "Aru es segundo, lógicamente esto debería ser así. Es un corredor que, en un futuro, va a hacer grandes cosas".
En paralelo, el joven italiano, 24 años, elogió a Contador: "Un señor, el corredor más fuerte en las grandes Vueltas en la última década". Pero se mostró evasivo sobre la estrategia a seguir en la última semana, o centrarse en proteger la segunda posición o arriesgar todo por recuperar el maillot rosa.
"Todavía tengo cosas que perder", reconoció. "El año pasado terminé el Giro en tercera posición. Para hacer una carrera, hay que ir paso a paso. Una trayectoria se construye durante mucho tiempo".
Aru rechazó que haya dudas sobre su papel de líder, después de la confirmación de Landa (25 años), que en su quinta temporada como profesional es considerado un escalador de primer nivel: "Tenemos una buena relación. En Madonna di Campiglio, él era más fuerte, el único capaz de dejar atrás a Contador".
Entre ambos, el Mortirolo, que Aru jamás coronó en carrera, que podría servir de juez definitivo de la prueba. "Es un alto que selecciona a los corredores, es una leyenda", concluyó el ciclista sardo.