Construcciones en colonias palestinas anuncia Israel | El Nuevo Siglo
Viernes, 30 de Noviembre de 2012

El gobierno israelí anunció este viernes que construirá 3.000 viviendas más en colonias judías de Jerusalén oriental y Cisjordania, en una aparente medida de retorsión al acceso de Palestina al estatus de Estado observador no miembro en la ONU.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, denunció la votación en la Asamblea General y criticó el "discurso de propaganda mentirosa" del presidente palestino Mahmud Abas, acusándolo de "no expresarse como un hombre de paz".

Pero Netanyahu no se salvó de las críticas de la oposición israelí, que lo acusó de no haber sabido disuadir a los palestinos.

Confirmando informaciones adelantadas por el diario israelí Haaretz, un alto responsable del gobierno dijo a la AFP que se construirán 3.000 viviendas más "en Jerusalén y Cisjordania".

"Es correcto", aseveró el responsable, que pidió el anonimato.

"Según un responsable político, Netanyahu decidió construir 3.000 viviendas nuevas en Jerusalén oriental y en colonias de Cisjordania en respuesta a la iniciativa palestina en la ONU", escribió el periodista Barak Ravid en su cuenta twitter @BarakRavid.

"Pese a las garantías que dio al presidente (estadounidense Barack) Obama, el primer ministro Netanyahu ha ordenado continuar las edificaciones en la zona E1, entre Maalé Adoumim y Jerusalén, lo que aislará la parte norte de Cisjordania de su región meridional", afirma.

Los palestinos no tardaron en denunciar el proyecto.

"Se trata de una agresión israelí contra un Estado, y el mundo debe asumir sus responsabilidades", declaró a la AFP Hanane Ashraui, miembro del Comité Ejecutivo de la Organización de Liberación de Palestina (OLP).

Con este proyecto, congelado desde hace años por la presión norteamericana, Israel espera conectar Maalé Adoumim (35.000 habitantes), en Cisjordania, y las colonias judías de Jerusalén oriental, ocupada y anexionada desde 1967.

Pocas horas antes, el vice primer ministro israelí Sylvan Shalom advirtió que su país podía tomar precisamente esa medida en respuesta a la victoria palestina en la ONU.

"Los acuerdos de Oslo (1993) prohibían las iniciativas unilaterales", declaró Shalom a la radio pública.

"La violación de esos acuerdos (...) significa que Israel también puede tomar medidas unilaterales como aplicar la soberanía israelí en los Territorios y conectar Maalé Adoumim con Jerusalén", amenazó Shalom.

Sylvan Shalom es un "halcón" que ocupa el tercer lugar en la lista del Likud (derecha) para las próximas elecciones legislativas del 22 de enero.

En noviembre de 2011, tras el acceso de Palestina al estatuto de miembro integral de la Unesco, Israel también había acelerado la construcción en las colonias de Cisjordania ocupada.

"La decisión de la ONU no cambiará nada en el terreno. No habrá Estado palestino sin compromisos que garanticen la seguridad de los ciudadanos de Israel", advirtió Netanyahu el jueves por la noche.

"Cuatro años de estancamiento"

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No obstante, los responsables israelíes no dieron a entender que vayan a cuestionar los acuerdos con los palestinos.

Eso sí, podrían bloquear los impuestos que Israel recauda por cuenta de la Autoridad Palestina o reducir el número de permisos de trabajo para los palestinos.

"Reaccionaremos en su momento, porque estamos asistiendo realmente a una violación de los acuerdos", insistió el ministro de Asuntos Estratégicos, Moshé Yaalon.

La oposición, mientras tanto, no dejaba de asaetear con sus críticas a Netanyahu, gran favorito de cara a las legislativas del 22 de enero.

"Con el reconocimiento en la ONU (de Palestina), Israel ha perdido los logros obtenidos mediante las negociaciones", lamentó la ex ministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni (2006-2009), que esta semana creó un nuevo partido de centro.

"Esto es el resultado de una política errada, de cuatro años de estancamiento político, de discursos y de acusaciones del gobierno de Netanyahu (...) que han atentado contra Israel y contra nuestros intereses de seguridad frente a los palestinos y al mundo", declaró Livni.

La dirigente del partido de izquierda Meretz, Zahava Gal-On, fue mucho más allá estimando que Israel debería haber apoyado la iniciativa palestina.

"Un Estado palestino interesa a Israel", afirmó.

 

Duras recriminaciones

La derecha israelí acusa a los palestinos de sabotear la paz y la oposición reprocha al primer ministro Benjamin Netanyahu de no haber sabido impedir la aprobación por Naciones Unidas del estatus de Estado observador no miembro para Palestina.

 

Las reacciones de los políticos israelíes son tanto más polarizadas cuanto que la decisión de la Asamblea general de la ONU tuvo lugar en plena campaña para las elecciones legislativas anticipadas del 22 de enero.

 

"Israel: las Naciones Unidas recompensan el terror", tituló el diario gratuito Israel Hayom, allegado al primer ministro Benjamin Netanyahu.

Si bien en los últimos días algunos responsables israelíes dieron a entender que Israel no tomaría represalias ni cuestionaría los acuerdos logrados con los palestinos, el viceprimer ministro Sylvan Shalom amenazó con adoptar sanciones.

Shalom es un "halcón" que ocupa el tercer lugar en la lista del Likud (derecha) para las próximas elecciones.

"Aún cuando Abú Mazen (nombre de guerra del presidente Mahmud Abas) sea considerado como un moderado, no es fiel a los compromisos de su predecesor Yaser Arafat", declaró Shalom a la radio pública.

"Los acuerdos de Oslo (1993) prohibían las iniciativas unilaterales", agregó.

 

"La violación de esos acuerdos (...) significa que Israel también puede tomar medidas unilaterales como aplicar la soberanía israelí en los Territorios", amenazó Shalom.

El ministro israelí aludía a una eventual anexión de Cisjordania ocupada en parte por Israel.

Cada tanto algunos extremistas del Likuda lanzan esa amenaza.

Tal iniciativa parece improbable, pero en cambio Israel podría bloquear los impuestos que recauda por cuenta de la Autoridad palestina o reducir el número de permisos de trabajo para los palestinos.

 

Para la oposición, el blanco de todas las críticas es el gobierno de derecha de Netanyahu, gran favorito en las próximas elecciones.

La oposición acusa a Netanyahu del estancamiento de las negociaciones con los palestinos, oficialmente en punto muerto desde octubre de 2010, pero en realidad paralizadas desde 2008.

"Con el reconocimiento en la ONU (de Palestina), Israel ha perdido los logros obtenidos mediante las negociaciones", lamentó por su lado la ex ministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni (2006-2009), que en la perspectiva de las elecciones, esta semana lanzó un nuevo partido de centro.

"Esto es el resultado de una política errada, de cuatro años de estancamiento político, de discursos y de acusaciones del gobierno de Netanyahu (...) que ha atentado contra Israel y contra nuestros intereses de seguridad frente a los palestinos y al mundo", declaró Livni.

 

Anteriormente, Tzipi Livni había declarado que con su gestión ante la ONU, los palestinos incluso habían cometido un "atentado estratégico" que el gobierno "habría podido detener mediante negociaciones".

La dirigente del partido de izquierda Meretz, Zahava Gal-On fue mucho más allá estimando que Israel había podido sostener la iniciativa palestina. "Un Estado palestino es en interés de Israel", afirmó.

Tal como los dirigentes del gobierno, numerosos comentarista destacaban que el nuevo estatuto de Palestina en la ONU, aprobado por más de los dos tercios de los países representados en el organismo internacional, tendrá pocas consecuencias concretas.

 

"El número de países que apoyaron la resolución de la ONU (dando a Palestina el estatuto de Estado observador) no es importante. Sin el acuerdo de Israel no habrá Estado palestino. Después de todo, Israel representa 50% del conflicto y un voto en las Naciones Unidas no cambiará nada", insistió un editorial del diario Yediot Aharonot.