Un respaldo absoluto entregó el obispo de Cúcuta, monseñor Julio César Vidal, a la carta enviada por el arzobispo de Pamplona al presidente Juan Manuel Santos, en la que le manifiesta la preocupación ante la “dolorosa realidad” de que al iniciarse la reconstrucción de Gramalote (Norte de Santander), la Iglesia “no existe”. Para monseñor Vidal Ortiz manifestó, al igual que en la misiva, que “ahora nosotros nos sentimos defraudados y el pueblo también”.
El obispo señaló además que el Fondo de Adaptación “el año pasado nos reunió y comunicó que es cierto que el Gobierno no puede destinar una partida directa, pero que la Presidencia, el Ministerio y el Fondo apoyarían a la comunidad para la reconstrucción del templo y ahora dice que la Constitución prohíbe que el Gobierno asigne una partida para ello".
"Esta es una visión muy minimizada, ellos tienen que tener en cuenta lo que significaba para el gramalotero la presencia de iglesia. Para esta comunidad su templo era el lugar emblemático, significativo. Ellos que han estado en la diáspora, como lo estuvieron los judíos, quieren ver reconstruido su templo y para eso el Estado tiene que apoyarlos", enfatizó monseñor Vidal.
"En la encuesta que le hicieron a los gramaloteros al preguntar qué edificios querían que se les reconstruyeran, el que mayor votación tuvo fue su templo y eso se comprende porque en una comunidad de estas, la parroquia es el punto de referencia, es el punto de unidad".
"Por otra parte, nosotros podemos decir con sencillez que suplimos al Estado inicialmente. Nosotros, la Iglesia católica, en la Diócesis de Cúcuta, respondimos inmediatamente, con lo que se señala en la carta de Monseñor Luis Madrid, a esta emergencia que no tenía espera. Fuimos la institución que puso personas, acompañamiento, que dio alimento y la institución que dio los primeros albergues para la gente más necesitada y hemos mantenido y mantendremos la presencia y apoyo a la comunidad".
Finalmente, Vidal pidió al Primer Mandatario de los colombianos que cumpliera su compromiso. "El señor Presidente se comprometió públicamente, sin excepción de ninguna naturaleza, a la reconstrucción del nuevo Gramalote (...) que lo haga entonces también con lo que es el signo fundamental y elemento de unidad de todos los gramaloteros, su templo".
Cabe recordar que el gerente del Fondo, Germán Arce Zapata, había dicho a finales de 2014 que “lo primero que pusimos en la tabla del cronograma es el tema de la construcción del acueducto y alcantarillado del municipio, porque no es una opción llegar a la fecha límite de construcción del primer bloque de viviendas sin tener solucionado el tema del agua. Es un proceso licitatorio que abrió la Gobernación, se adjudicó y se firmó el contrato de ejecución de las obras. Esa es la primera gran obra que ya está contratada”.
“Nos propusimos una meta de una primera fase para entregarla en diciembre de 2015. Esa primera fase tiene unos componentes: urbanismo en las zonas que estamos haciendo intervención, no es sembrar árboles, es construir alcantarillado, puntos de conexión del agua, estamos hablando de garantizar que los servicios públicos se puedan prestar en cada una de las viviendas. Vamos a hacer el hospital, el colegio, el Centro Administrativo Municipal, la plaza de mercado y vamos a dejar habilitadas unas áreas para el desarrollo de actividades comerciales por parte de los privados”, puntualizó.