A diferencia de las repetidas voces que se han escuchado en el Congreso de la República en el sentido de que los problemas de la justicia hay que resolverlos a través de una asamblea nacional constituyente, el fiscal General (e), Jorge Fernando Perdomo, dijo ayer que esa no es la única vía, pero eso sí independientemente de cómo, debe hacerse bien.
“Los problemas de la justicia no necesariamente deben ser o tienen que ser resueltos a través de una Asamblea Nacional Constituyente, yo creo que lo que hay que hacer son buenas reformas”, dijo Perdomo, quien desde el final de marzo pasado se desempeña como Fiscal (e) tras la finalización del periodo de Eduardo Montealegre y está a la espera de que la Corte Suprema de Justicia elija el titular el próximo lunes.
Según el fiscal Perdomo se necesitan reformas “consensuadas y estructurales” que den solución a los grandes problemas de la justicia como es el acceso de los ciudadanos a ésta, sin quedarse únicamente en aspectos cómo quién debe elegir los magistrados. “Aquí lo que hay que reformar son de plano los problemas estructurales de la justicia, no solo pensando en quién elige a los magistrados o quién juzga a los aforados, esa no es la esencia de una reforma a la justicia”, expresó.
Perdomo puso como ejemplo de su apreciación que “miren lo que está pasando con la justicia laboral, la justicia contenciosa, la justicia civil. Al margen que sea con una Asamblea Nacional Constituyente, o sea de otra forma, lo importante es que se haga pero se haga bien”.
De esta forma el Fiscal General (e) le salió al paso a la sensación generalizada de pesimismo que se desató en el Congreso de la República, en el sentido de que no sería posible reformar la justicia por medio de reformas constitucionales, esto después de que un fallo de la Corte Constitucional del pasado 2 de junio tumbó algunos apartes de la Reforma de Equilibrio de Poderes que tenían que ver con el Gobierno y la administración de la Rama Judicial.
Esta sentencia tumbó el Consejo de Gobierno Judicial que había creado la Reforma de Equilibrio de Poderes para reemplazar al Consejo Superior de la Judicatura; no obstante la Sala Plena de alto Tribunal no se pronunció sobre la exequibilidad de los preceptos de la reforma que dispusieron la eliminación de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura y la creación de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, en la medida en que la demanda no formuló acusaciones específicas en contra de estas.
Para la Corte Constitucional el esquema institucional que generó Equilibrio de Poderes implica una sustitución parcial de los principios de separación de poderes, autonomía e independencia judicial que encuentran expresión en el modelo de autogobierno judicial previsto por el constituyente de 1991. Concluyó la Corte que, en consonancia con lo anterior, el Congreso de la República se había excedido en el ejercicio del poder de reforma constitucional, razón por la cual las disposiciones correspondientes debían ser declaradas inexequibles.
En el año 2012 se hundió la reforma a la justicia que había aprobado el Congreso, pues el presidente Santos se negó a promulgarla debido a los micos que le fueron introducidos en la etapa de conciliación.
La salida
Tras el fallo de la Corte Constitucional sobre la Reforma de Equilibrio de Poderes el senador liberal Luis Fernando Velasco dijo que “esto nos lleva a pensar que este país debe prepararse para una Asamblea Nacional Constituyente que pueda revisar la administración de justicia, un tema fundamental para el país”.
Mientras que el senador de La U, Armando Benedetti, dijo que “la Corte pasó a legislar en causa propia y es necesario revisar el nuevo desequilibrio. Ya va siendo hora de pensar en una Asamblea Nacional Constituyente, no para reparar los entuertos de la paz sino porque es la única vía para organizar el Estado tras un fallo absurdo de los magistrados”.
Al tiempo que la senadora Viviane Morales expresó que “hoy en Colombia la Corte Constitucional no tiene límites porque se atribuye nuevas competencias y no tiene control alguno pasando a ser un órgano antidemocrático. El único camino que abre la Corte es el camino de una Asamblea Nacional Constituyente”.