Por Yuan Quan, Liu Dajiang y Han Chuanhao
Especial para EL NUEVO SIGLO
EL PASADO enero China puso fin a la política de un solo hijo y permitió que todas las parejas tengan dos hijos. La nueva política generará cambios sociales de gran alcance.
No obstante, los lemas para promover el nuevo régimen de planificación familiar tienen que ser adaptados a la transformación, opinan miembros del máximo órgano de asesoría de China.
A principios de la década de los 80, cuando China introdujo la política de un solo hijo, era común observar carteles de parejas con semblante adusto que sostenían en las manos un llave inglesa y una hoz acompañadas del lema "Población controlada, crecimiento planificado" escrito en caracteres de color rojo.
Más de tres décadas después, los carteles chinos presentan fotos de padres sonrientes que cargan a dos bebés y en los que se lee el lema "Hogar con dos hijos".
Durante la reunión anual de la CCPPCh en marzo, Zhu Lianqing, junto con otros 40 miembros del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), propusieron la eliminación de los lemas obsoletos que promovían el control de la natalidad. También sugirieron la mejora de los servicios de planificación familiar con el fin de estimular la fertilidad.
Lemas obsoletos
En el país más poblado del mundo, la crianza de niños no es un asunto privado de las familias, desde hace mucho tiempo ha sido considerada una "tarea revolucionaria" destinada al interés nacional.
A principios de la década de los 80, la política de planificación familiar era promovida en banderines rojos, en los que se incluían frases famosas del ex presidente Mao y que adornaban las calles de las ciudades. En el campo, los lemas eran pintados en muros e inmuebles.
Las familias que no acataran la política de un solo hijo eran calificadas de "guerrilleras" porque se ocultaban para escapar de multas enormes o de otro tipo de sanciones.
Tradicionalmente, perpetuar la estirpe es considerado una virtud. Pero cuando se fundó la Nueva China en 1949, el país era sumamente pobre y subdesarrollado y la "idea de entre más gente, más poder" era aceptada ampliamente. La población creció exponencialmente de 540 millones en 1949 a 830 millones para la década de los 70. El contraste se agudizó entre territorio limitado y la población masiva.
El país, temeroso de que el crecimiento incontrolado restringiera el desarrollo económico, a fines de la década de los 70 empezó la aplicación estricta de la política de un solo hijo, sobre todo entre su población urbana, con el fin de enfrentar las presiones demográficas.
Los lemas de planificación familiar reflejaban las condiciones de vida y producción: "Tener menos hijos y sembrar más árboles" o "Criar más hijos no es tan bueno como criar más cerdos".
Algunos eran ominosos como "Un bebé más significa una tumba más" y "Nacimientos fuera de control ocasionan que las casas se colapsen".
En 2007, el gobierno suavizó el tono con frases nuevas, por ejemplo: "En pro de la Madre Tierra, control natal" y "Menos y más sanos nacimientos vuelven próspero al campo". Algunos subrayaban la equidad de género: "Los niños y las niñas son igualmente importantes" y "Las niñas importan para el futuro de la nación".
Sin embargo "seguían reflejando la política de un solo hijo", dijo Zhu Liangqing, quien indicó que en gran parte fueron exitosos para el control de la natalidad.
En los libros de texto también aparece contenido obsoleto, comentó. Puso como ejemplo un párrafo de un libro de texto de escuela primaria de la provincia de Zhejiang, el cual dice que "De 1971 a 1998, la política de un solo hijo dio como resultado una reducción de la población, que ahorró 7,4 billones de yuanes en costos de crianza de hijos, casi el equivalente al producto interno bruto (PIB) de China en 1997".
"Es ridículo", dijo Zhu. Si las escuelas enseñan la idea de que "menos nacimientos pueden ahorrar dinero", los niños podrían creer erróneamente que carecen de valor.
Sin embargo, ahora la gente es el recurso más necesario de China. Conforme se vuelve más próspero, el país más poblado del mundo también está envejeciendo y el grupo de edad de 60 años o más está formado por 220 millones de personas.
El primer ministro chino, Li Keqiang, subrayó en su informe sobre la la labor del gobierno que China tiene una mano de obra de 900 millones, de los cuales más de 100 millones han recibido educación superior o están entrenados profesionalmente. "Éste es nuestro mayor recurso y fortaleza", afirmó.
Irónicamente, los chinos ahora están menos dispuestos a asumir la carga de tener más hijos.
En 2015, hubo 16,55 millones de nacimientos, 320.000 menos que en 2014, y representaron sólo 12 por ciento de los recién nacidos a nivel mundial. Expertos en demografía prevén que la política de dos hijos dará como resultado sólo tres millones de bebés más cada año.
El creciente costo de la vida es la razón principal para la renuencia a tener más hijos. Una propuesta en la conferencia consultiva política de Shanghai a principios de este año muestra que criar a un hijo en la ciudad cuesta al menos dos millones de yuanes.
Una investigación reciente en Guangzhou reveló que 86,5 por ciento de la gente tiene poco tiempo para cuidar a sus hijos. "El trabajo doméstico obstaculiza la carrera de una mujer", argumentan mujeres para justificar su deseo de tener menos hijos.
Nueva consigna
Los lemas sobre planificación familiar ahora deben ayudar a revertir esta tendencia.
"Los lemas nuevos deben ser más interesantes, vívidos y ser bien recibidos", dijo Zuo Dongling, un diputado de la Asamblea Popular Nacional (APN).
Las redes sociales están llenas de lemas irónicos como "Recompensa por dos bebés, multa por uno, arresto de DINK (parejas con dos ingresos y sin hijos)".
Zhu Lianqing sugiere que el gobierno aprenda de los países vecinos, como la República de Corea, que alienta a su población con lemas como "Papi, me siento solo, y quiero tener más hermanos y hermanas", "Más hijos, mejor vida" y "El mayor legado para un hijo son los hermanos".
Sin embargo, no basta con mejorar los lemas. "Sin servicios o políticas mejorados, la gente no se atreverá a tener más hijos, sin importar lo bueno que sea el lema", dijo Zhang Jingping, una mujer trabajadora y madre de dos hijos.
Otros padres apoyan su punto de vista. Yu Li, una gerente de ventas de la industria de comunicaciones, y quien tiene dos niñas, desea políticas preferenciales para la inscripción en la escuela, así como para la compra de auto y casa, porque esos son los factores más costosos para criar a un hijo en las grandes ciudades.
El diputado de la APN Huang Xihua planteó una propuesta para nuevas políticas de planificación familiar destinada a compensar las presiones generadas por hijos extra, la cual incluye exenciones fiscales, extensiones de vacaciones y educación gratuita a nivel de jardín de niños.
"Tener un hijo realmente no es un asunto familiar, involucra a la nación entera", afirmó.