Pese a la carta del presidente del Partido Conservador David Barguil, en donde se le pide al Jefe del Estado que el Acuerdo Nacional sea refrendado por medio del plebiscito, en la colectividad no se tiene una postura definida y por ello la bancada está en plenas consultas.
La legitimidad y el consenso político que necesita este nuevo acuerdo para que ponga fin no solo a la polarización de la sociedad, sino para que sea sostenible en el tiempo, depende de que sea el pueblo el que lo avale. Así lo aseguró David Barguil, presidente del Partido Conservador.
El dirigente político sostiene, en carta enviada al presidente Juan Manuel Santos, que si bien es posible iniciar la implementación del nuevo acuerdo de paz por vía congresional, haciendo uso de las mayorías con las que cuenta el Gobierno en esta corporación, tal decisión no sería otra cosa que un atropello a la voluntad de los colombianos que ya se manifestó en las urnas expresando su desacuerdo con lo inicialmente pactado.
Despejar dudas
“Lo que negó el pueblo solo puede ser viabilizado nuevamente por ese mismo pueblo. Por esta razón, le solicitamos señor Presidente que se despejen todas las dudas que hoy existen en torno a la refrendación del nuevo acuerdo de paz suscrito con la guerrilla de las Farc, confirmando, con grandeza democrática, que será el pueblo con su voto el que decidirá nuevamente si lo acordado tiene una aceptación lo suficientemente amplia para empezar a implementarse. No olvidemos que la Constitución de 1991 hizo el tránsito de una soberanía nacional a una soberanía popular”, dice.
Barguil sostiene que “no busquemos salidas traseras, apelemos al pueblo y busquemos su apoyo mayoritario. Enseñémosle a las Farc y a los demás grupos alzados en armas cómo se resuelven las diferencias en democracia”.
Pero una vez conocida esta carta, se comenzaron a escuchar reacciones por parte de los integrantes del Partido. El senador Juan Diego Gómez, vocero del Partido recalcó que “yo no estoy de acuerdo, no tiene sentido, ya se hizo el plebiscito, no hay nada que hacer. Ahí lo que requerimos es que se haga una implementación en el Congreso a través de un acuerdo político nacional, entendiendo que el 2 de octubre hubo un mandato político, un mandato jurídico que no permite que se implementen los acuerdos tal y como estaban”.
Señaló que “hoy se requiere abrir la participación, y por ningún motivo el Presidente, ni el Congreso se lo pueden saltar”. Entre tanto el senador Jorge Hernando Pedraza manifestó que “es una carta inconsulta e impertinente en la medida en que veo que va haber acuerdo político, y en la medida en que las fuerzas políticas encontrarán un punto de convergencia para evitar el plebiscito”. Indicó que “lo real es la ruta del Congreso, pero lo ideal es el plebiscito”.
Mecanismos
Para el senador Mauricio Delgado, el mejor mecanismo es mediante el plebiscito ya que Colombia sentó un precedente en torno al tema, “se tiene que perseverar en mecanismo”.
La representante Lina María Barrera señaló que “la pregunta no es si se hace o no, la pregunta debería ser es qué consecuencias tendría el resultado si no hay un gran acuerdo nacional para aceptar el resultado, pensando en Colombia y no en la política”.
Anotó que “me guío más por que haya confluencia de opiniones y los acuerdos tengan el apoyo político necesario”. Sostuvo de la misma manera que “hoy dadas las circunstancias para que haya una verdadera paz, no hay más camino que acordar un mecanismo con consenso político, es indispensable”.
Por su parte, el representante Telésforo Pedraza dijo sobre la solicitud hecha por Barguil, que “me extraña que habiendo expresado su apoyo (Barguil) al nuevo acuerdo y sin consulta alguna, sino como lo considero a título personal, esté actuando como presidente del Directorio, por lo demás aun con cuestionamientos de orden jurídico”.
Trascendencia
Recordó que “en el curso de la aprobación de las diferentes iniciativas legislativas presentadas por el Gobierno para aprobar los acuerdos encaminados a conseguir la paz, estos fueron votados por todos los miembros de la bancada del Partido Conservador tanto en Comisión como en Plenaria”.
También indicó que “por la trascendencia y la necesidad de evitar esta indefinición al esfuerzo de materializar la anhelada paz que deseamos los colombianos, que sin lugar a dudas hace daño al proceso, lo conveniente es apoyar todos los esfuerzos encaminados a una refrendación e implementación expedita del último Acuerdo”.
El senador Juan Manuel Corzo opinó también y dijo que “el pueblo decidió ya el referendo sobre algo que produce un efecto importante y que esto no sube a orden constitucional, pero queda vigente la ley del plebiscito igualmente de las demás leyes, las facultades del Presidente para dictar decretos-ley, pero para que suceda eso el camino más tranquilo y menos engorroso es aplicar la democracia indirecta. Esto se hace por medio de los partidos, si hay un gran acuerdo, donde todos los partidos políticos ratifiquen los acuerdos de paz, el Presidente puede pedirle al Congreso que ratifique lo acordado, siempre y cuando los partidos lleguen a un acuerdo”.
Decretos
Explicó que “de esta manera el Presidente puede empezar a expedir los decretos reglamentarios sobre el tema de la paz, creo que sería el camino más expedito, porque si va por la vía constitucional se vuelve engorroso. Un nuevo plebiscito le costaría al país $350 mil millones, $400 mil millones, que eso no sería justo con el país”.
Sostuvo que “si es por vía constitucional, se gastaría una legislatura, dos periodos legislativos y eso sería para no hacer la paz”.
Carta de Pastrana
En un comunicado, el expresidente Andrés Pastrana rechazó el nuevo acuerdo logrado entre el Gobierno y las Farc, señalando que “mantiene la esencia antidemocrática del pacto original”. Indicó que “el presidente Juan Manuel Santos no puede desconocer la resolución judicial de la Corte y el resultado democrático del plebiscito”.
El expresidente señaló también que no quedaba otro camino que “un segundo intento de refrendación de idéntica forma” a la popular.
“En pocos días, sin admitir presencia ni veeduría del No, se firmó inconsultamente, en contravía del resultado electoral, un documento con carácter de decreto ‘final y definitivo’”, señala la comunicación.
En ese sentido, Pastrana acusa al presidente Santos de contravenir la sentencia C-379 de 2016, que señala que “dadas las implicaciones de la refrendación popular, sus efectos deben reflejar cabalmente las preferencias mayoritarias de quienes participan en el plebiscito”.
Para Pastrana, no queda otro camino que “un segundo intento de refrendación de idéntica forma”, debido a que se trataría del mismo acuerdo presentado con retoques cosméticos.