Alemania sigue conmocionada por la tragedia del avión de Germanwings, que dejó 150 muertos en los Alpes franceses el pasado 24 de marzo, declaró este viernes el presidente alemán, Joachim Gauck, durante una ceremonia nacional de duelo en Colonia.
"Seguimos estando enormemente conmocionados", declaró Gauck ante 1.400 personas, en la catedral de la ciudad alemana. Desde el drama en el que murieron 72 alemanes y 50 españoles, "algo se ha roto, que no podrá repararse en este mundo", añadió.
"Para muchos de nosotros la conmoción quizá haya sido aún más grave cuando nos enteramos de que, muy probablemente, el accidente no fue provocado por un problema técnico, sino por el acto voluntario de un hombre. Este, al parecer, arrastró a numerosas personas a una muerte que deseaba para sí mismo", declaró.
Según las cajas negras del vuelo de Germanwings, recuperadas en el lugar del drama, el copiloto alemán, Andreas Lubitz, de 27 años y depresivo, estrelló el avión de forma deliberada aprovechando que el piloto había ido al baño.
La canciller alemana, Angela Merkel, también asistió a la ceremonia desde la primera fila, pero no se esperaba que tomara la palabra.
"Muchas personas en el país sintieron una terrible y pesarosa mezcla de sentimientos: un pavor increíble, la estupefacción y el duelo que se convirtió en cólera para muchos", aseguró Gauck.