Algunos piden una reingeniería.
Luis Augusto Aponte Tinoco
Periodista de EL NUEVO SIGLO
EL DEBATE del controversial proyecto de reforma a la justicia ya llegó al Congreso. En momentos en que se espera la definición de ponentes de la iniciativa, ya hay temas que allí causan polémica. Uno de ellos, que ha sido ampliamente criticado por las altas Cortes, es el de la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura.
El senador del Partido de La U, Roy Barreras, le señaló a EL NUEVO SIGLO que hay que quitarle la función al Consejo Superior de la Judicatura de revisar sentencias de las otras Cortes, pero advirtió que hay que revisar con lupa su supresión total.
“Hay que eliminar el choque de trenes, incluyendo la supresión de la potestad que tiene la Judicatura para dirimir tutelas contra los fallos de las Cortes, para mí eso es un inconveniente ya que ha generado una vía de escape a los fallos de las Cortes, y me parece que la Judicatura no tiene por qué ser Corte de cierre. Hay que mirar en detalle la propuesta del Gobierno, porque ha tenido muchas críticas, y hay que examinar si lo que propone el Gobierno es mejor que lo que hoy tenemos, porque no tendría mucho sentido cambiar para empeorar”, afirmó.
El codirector de Cambio Radical, Antonio Guerra, afirmó que es partidario más de su reingeniería que a su eliminación.
“Yo preferiría que se hiciera una reingeniería a su interior, y creo que ya hay unos pasos que han avanzado en ese sentido, lo cual, espero en que se puedan concretar los diálogos y los debates en el Congreso de la República, pero yo no sería partidario de acabarla del todo, sino racionalizarla”, le aseguró a este Diario.
El representante conservador Telésforo Pedraza aseguró que no se pueden suprimir todas las funciones del alto Consejo: “Tenemos que revisar ese tema con mucho cuidado, porque ahí hay elementos que han contribuido de alguna manera a quitarle prestigio a esa institución, pero hay unas funciones que de la noche a la mañana no se pueden dejar al garete”.
El senador liberal Juan Manuel Galán, aunque le dijo a este Diario que el Consejo de la Judicatura no encaja dentro del poder judicial, no indicó si se debe eliminar: “Hay que analizar el papel del Consejo Superior de la Judicatura, que realmente no encaja muy bien en el poder judicial, porque hay un choque de trenes entre su Sala Administrativa, su Sala Disciplinaria, y si uno mira su nivel, se ha venido a menos en los últimos tiempos, en cuanto a sus magistrados, sus calidades, eso hay que analizarlo a la luz de la reforma que se busca aprobar y de objetivos que se persiguen con ella, que son fundamentalmente independencia para la justicia y autonomía, acceso del ciudadano a la justicia”.
El senador del Polo Democrático, Luis Carlos Avellaneda, se mostró más partidario de eliminar algunas funciones del alto Tribunal como el origen político de los magistrados de la Sala Disciplinaria.
“El Consejo Superior de la Judicatura tiene muchos defectos. Su origen politizado, ha llevado a politizar la justicia, cuando quiera que la Judicatura ejerce funciones jurisdiccionales, y ha ensombrecido muchísimo la labor de la justicia, que debe estar acompañada del principio de la imparcialidad y de otorgar los derechos a los ciudadanos. El Consejo Superior de la Judicatura necesita una reingeniería”, le manifestó Avellaneda a este Diario.
La propuesta del Gobierno es eliminar el Consejo Superior de la Judicatura para que las funciones de administración de la Rama Judicial serán asumidas por el Consejo Superior Judicial, cuya Sala de Gobierno estará integrada por 10 miembros, siete de los cuales tendrán derecho a voz y voto.
Los siete que tendrán derecho a voz y voto serán los presidentes de las Altas Cortes (Corte Constitucional, Corte Suprema de Justicia y Consejo de Estado), los tres delegados no magistrados de las Altas Cortes expertos en administración o finanzas públicas, y el delegado de jueces y magistrados.
Harán parte también del Consejo Superior Judicial, con voz pero sin voto, el Ministro de Justicia, el Fiscal General y el Gerente de la Rama Judicial.