A pesarde las intenciones que han manifestado el Gobierno y el Congreso para regular ellobby o cabildeo, lo cierto es que esta actividad sigue realizándose en el país prácticamente sin que le rinda cuentas a nadie y muchas veces en la sombra.
El cabildeo se entiende como la actividad que una entidad pública o privada desarrolla con el fin de incidir o influir sobre una decisión administrativa o legislativa, principalmente.
Se atribuye la paternidad del cabildeo a Ulysses Simpson Grant, quien en su calidad de presidente de Estados Unidos, entre 1869 y 1877, sin proponérselo le dio origen cuando tomó por costumbre recibir en el Hotel Willard’s, en Washington, a delegados de diferentes estados para obtener de ellos información que pensaba le sería útil en la toma de decisiones.
Hoy el cabildeo es una actividad generalizada y reglamentada en muchas partes del mundo, por medio de la cual sectores empresariales, principalmente, tratan que las medidas gubernamentales o los proyectos de ley que tramita el Congreso, asambleas y concejos les beneficie o, por lo menos, les perjudique lo menos posible.
El gobierno Santos intentó poner las cartas sobre la mesa en materia de lobby o cabildeo en el país al dedicar un capítulo completo sobre este tema en el proyecto del Estatuto Anticorrupción, el cual finalmente fue aprobado en el año 2011, pero que el Congreso ‘peluqueó’ de tal forma el articulado sobre este tema quedando reducido en La Ley 1474 a una breve mención al derecho a la información, pero solo en caso de que existan pruebas de algún delito: “Artículo 61. Acceso a la información. La autoridad competente podrá requerir, en cualquier momento, informaciones o antecedentes adicionales relativos a gestiones determinadas, cuando exista al menos prueba sumaria de la comisión de algún delito o de una falta disciplinaria”.
Dicha iniciativa presentaba un capítulo completo, el IV, sobre regulación del cabildeo, definiendo su práctica, con qué temas se relaciona y estableciendo un registro público de lobistas, para quienes además se fijaban unas prohibiciones como “defender o representar, de manera simultánea, intereses opuestos o contradictorios, aunque se haga ante autoridades o instancias distintas”.
Nuevo intento
El Gobierno nacional tiene la intención de retomar la reglamentación del cabildeo en la construcción de la política anticorrupción que desde hace meses viene preparando con el apoyo del Pnud (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo).
Hace unas semanas el secretario de Transparencia, Rafael Merchán, dijo que “en pocos meses, por primera vez, el país contará con una política anticorrupción. Nosotros tenemos normas, tenemos leyes, tenemos proyectos pero carecemos de un marco institucional para enfrentar este flagelo que compromete a muchas entidades. En ese sentido vamos a expedir próximamente un Conpes y una política que compromete a 22 entidades”.
Sin embargo, la construcción de la política anticorrupción le ha tomado al Gobierno más tiempo del esperado y hay que ver cuando finalmente vea la luz, si las disposiciones que adopte sobre el tema del cabildeo son tan completas como las que proponía el proyecto de Estatuto Anticorrupción.
Hacen presencia
Durante el trámite en el Congreso de la ley estatutaria de la salud y ahora de la ordinaria se ha visto la presencia de lobistas profesionales; igual sucedió durante el trámite de la Reforma Tributaria.
También se vio en la discusión de la ley antitabaco en el anterior Congreso, al punto que el entonces senador Jesús Bernal Amorocho dijo que las multinacionales “están utilizando lobistas para persuadir a los congresistas para que no voten el proyecto de ley antitabaco”. “Me dijeron que qué necesitaba, y les respondí que lo que necesitaba era que se aprobara el proyecto”, aseguró en esa oportunidad.
Vargas, insistente
Varios proyectos que buscaban reglamentar el cabildeo en el país han sido hundidos por el Congreso, la mayoría de ellos presentados por el entonces senador Germán Vargas.
Vargas radicó en 2001 un proyecto sobre el particular que fue archivado en primer debate en la Comisión Primera del Senado. Luego, en el 2003, presentó nuevamente la iniciativa, la cual fue aprobada en sus dos primeros debates en Senado, mas naufragó en el tercero en la Comisión Primera de Cámara.
Posteriormente, en el año 2005, Vargas reitera en radicar dicho proyecto, que finalmente se hundió por falta de debate.
En el año 2003 el entonces senador Ciro Ramírez radicó un proyecto para reglamentar la actividad profesional del cabildeo, el cual fue archivado por falta de debate.
Luego corrieron igual suerte una iniciativa que presentó en el año 2009 la entonces senadora Elsa Gladys Cifuentes y, en el 2010, el representante Simón Gaviria